El grupo ecologista Eguzki instó ayer a la autoridades competentes a «redoblar los esfuerzos, tanto en la investigación y persecución de los culpables como en la necesaria intervención en la reforestación, cuando menos, de los terrenos públicos», respecto al incendio que ha quemado diez hectáreas en el monte Ulia, en la muga entre los municipios de Donostia y Pasaia.

«La zona quemada en la actualidad, está cercana al LIC (Lugar de Importancia Comunitaria) y futura ZEC (Zona Especial Conservación) de Ulia-Jaizkibel. Por lo que desde Eguzki consideramos que las labores de reforestación deben implicar no solo a los ayuntamientos afectados y Diputación de Gipuzkoa, sino también al Departamento de Medio Ambiente del Gobierno Vasco, gestor de la ZEC», señaló el colectivo ecologista.

Además, recordó que a principios del año 2007 se produjo un incendio que arrasó una superficie de terreno similar y que «ninguna de estas instituciones se tomó el trabajo y la responsabilidad de recuperar la zona».

El fuego se declaró el pasado viernes, minutos antes de las tres de la tarde, en el área entre el faro de La Plata y la ikastola Herri Ametsa. Desde el principio se contempló la hipótesis de que el fuego fuese provocado. Así lo demostrarían unas imágenes aéreas en las que se observa la existencia de tres focos en puntos distantes. Demasiada casualidad como para ser atribuida al azar.

«Somos conscientes de la dificultad que entraña dar con los motivos y/o causas de un incendio forestal, pero en este caso, dadas las características induce a pensar en la intencionalidad del fuego», asevera Eguzki.

Los cazadores responden

El colectivo ecologista va un paso más allá y aventura la hipótesis de que el fuego pueda estar relacionado con la reciente declaración de este área como zona prohibida de caza. «Creemos que la `coincidencia' entre el incendio, el lugar y la reciente declaración de esa misma zona, como zona prohibida de caza, hace una semana, tiene los ingredientes necesarios como para abrir una hipótesis sobre la posible autoría del incendio».

Cuestionado por estas manifestaciones, el presidente de la Federación Guipuzcoana de Caza, José María Usarraga, apuntó en primer lugar que la persona que causó el incendio «no es ni cazador, ni ecologista, ni herrero, ni dentista... es un delincuente que no nos representaría».

No obstante, tildó de «temerario» e «irresponsable» que Eguzki lance este tipo de insinuaciones «sin ningún tipo de prueba» contra un colectivo que solo en este herrialde cuenta con 13.000 federados, y subrayó que «en el grupo de retenes contra incendios de Ulia y Jaizkibel hay infinidad de cazadores».