La Unasur se suma al ALBA en su apoyo a Ecuador y pide diálogo para salir de la crisis
GARA | GUAYAQUIL
La Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) se sumó el lunes (madrugada de ayer en Euskal Herria) a la Alianza Bolivariana para los países de Nuestra América (ALBA) en su respaldo al Gobierno de Ecuador «ante la amenaza de violación del local de su misión diplomática» por parte de Gran Bretaña para arrestar y extraditar a Suecia al fundador de Wikileaks, Julián Assange, y formuló un llamamiento al diálogo para resolver esta crisis diplomática.
En ese sentido, decidió exhortar a las partes a continuar el diálogo y la negociación directa para buscar una solución mutuamente aceptable con arreglo al Derecho Internacional.
El canciller peruano, Rafael Roncagliolo, reiteró que les queda la expectativa de que «se pueda establecer una negociación directa como lo establece el Derecho Internacional». «Por lo tanto, apreciaría- mos, por supuesto, que Reino Unido tomara las medidas necesarias para facilitar la reanudación del diálogo», dijo en rueda de prensa.
En posteriores declaraciones, su homólogo de Ecuador, Ricardo Patiño, agradeció la solidaridad de las naciones suramericanas y aseguró que «la razón no pide fuerza». «Si comparamos la fuera de Reino Unido y la de Ecuador, la diferencia es atómica», dijo al apuntar, sin embargo, que si se compara la razón, esta está del lado ecuatoriano.
Patiño insistió en la apertura de Ecuador a un diálogo «franco» y sin amenazas: «Lo que esperamos es que Reino Unido deje de lado esta amenaza. No podemos conversar con una pistola en la cabeza».
Apuntó que lo que busca Quito es la libertad de Assange, protegido por Ecuador, que el pasado jueves le otorgó asilo diplomático, pero que no puede abandonar la legación en Londres sin un salvoconducto del Gobierno británico.
El canciller expresó su esperanza de que ese salvoconducto se logre a través del diálogo, pero, si no es así, no descartó acudir a «otras vías judiciales», posiblemente a través de la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
Sin salvoconducto
Pero ayer, el Gobierno británico insistió en que no concederá el salvoconducto a Assange para viajar a Ecuador, al tiempo que aseguró que trata de alcanzar una solución diplomática «amigable» a un conflicto que ha tensado las relaciones entre Quito y Londres.
El portavoz del primer ministro, David Cameron, reiteró en un comunicado que «bajo nuestra legislación, habiendo agotado todas las opciones de apelación, estamos obligados a extraditarlo a Suecia».
La declaración final de los cancilleres de la Unasur condenó «enérgicamente la amenaza del uso de la fuerza entre los estados» y reiteró «la plena vigencia de los principios consagrados en el Derecho Internacional, el respeto a la soberanía y el fiel cumplimiento de los tratados internacionales». Además, reafirmó el principio fundamental de la inviolabilidad de las misiones diplomáticas y el principio de Derecho Internacional en virtud del cual «no puede invocarse el derecho interno para no cumplir una obligación de carácter internacional».
El canciller venezolano, Nicolás Maduro, aseguró que con las citas de la ALBA ayer en Guayaquil y la de hoy de Unasur, la región dice al mundo que está «unida», que es «independiente», que se van a «defender siempre juntos», que quieren «vivir en paz» y que «las antiguas potencias coloniales tienen que bajarse de su arrogancia y prepotencia».
Tras el respaldo de la ALBA, y la Unasur, que en total agrupan a diecisiete países, Ecuador queda a la espera de la reunión de cancilleres de la Organización de Estados Unidos (OEA), prevista para el viernes en Washington.