Turquía advierte de que no puede acoger a más de 100.000 refugiados sirios
El Gobierno de Turquía advirtió de que su país no podrá acoger a más de 100.000 refugiados sirios -actualmente hay 70.000- y propuso la creación de una «zona segura» dentro de Siria. Por otro lado, en Alepo, el festejo sagrado del Eid el Fitr ha desaparecido a causa del conflicto.
GARA | ANKARA
El ministro de Exteriores de Turquía, Ahmet Davutoglu, advirtió ayer de que su país no puede acoger a más de 100.000 refugiados sirios y propuso la creación de una «zona segura» dentro de Siria donde puedan estar protegidos.
«Si el número de refugiados alcanza los 100.000, no podremos acogerlos en Turquía. Tenemos que ayudarles en territorio sirio, bajo los auspicios de la ONU», dijo Davutoglu al periódico turco «Hurriyet» en unas declaraciones publicadas ayer.
El ministro instó a Naciones Unidas a establecer campos de refugiados «dentro de las fronteras de Siria» a fin de reducir el número de sirios que entran en Turquía huyendo del conflicto.
Davutoglu indicó que su Gobierno participará en reunión ministerial de los países del Consejo de Seguridad de la ONU el próximo 30 de agosto para evaluar la situación humanitaria en Siria y los países vecinos para que se tome una decisión al respecto.
Es posible que a ese encuentro no asistan ni Rusia ni China, que han vetado en tres ocasiones las resoluciones del Consejo de Seguridad que amenazaban con sancionar al Gobierno sirio.
El éxodo desde Siria hacia Turquía se ha intensificado en la última semana como consecuencia de una ofensiva del Ejército sirio y de los enfrentamientos en la ciudad de Alepo, en el noroeste del país.
Actualmente hay 70.000 refugiados sirios en Turquía, cuyas autoridades empezaron el pasado sábado a repartir ayuda entre personas desplazadas dentro de Siria.
Los festejos del Eid el Fitr
La tradición dice que en la fiesta de Eid el Fitr, que marca el final del Ramadán, los sirios visten sus mejores galas y visitan a sus familiares y las tumbas de los caídos. Nada de eso ha tenido lugar este año en Alepo.
«Mira, todo esta vacío» se lamentaba el joven vendedor de frutas Abu Mohammed entrevistado por AFP. «La gente ha dejado la ciudad o tiene miedo de salir a la calle», aseguraba.
Abu Issa, un albañil de 39 años afirmaba que «están tratando de matarnos de hambre para obligarnos a abandonar la ciudad».
Issa asegura que los bombardeos han acabado con las panaderías y tiendas de alimentos, blanco muy común.
El ministro francés de Exteriores, Laurent Fabius, subrayó ayer que para acabar con el «régimen absolutamente inhumano» del presidente sirio, Bashar al-Assad, hay que discutir con Rusia, uno de sus principales apoyos, para ahogarlo financieramente.
«Intentamos apretarle el cuello por todos los canales posibles y, en particular, por el canal financiero» puesto que el conflicto le cuesta al Gobierno de Al-Assad unos 1.000 millones de dólares, explicó Fabius.
Eso significa que «no le queda dinero más que para unos meses, salvo que reciba ayuda de Rusia o de Irán», con lo cual«tiene que haber discusiones cuando menos con Rusia, ya que con Irán son extremadamente difíciles», añadió.
Preguntado por la posibilidad de armar a los insurgentes, dijo que hay países que aportan armas a Al-Assad, y citó a Rusia e Irán, y otros «en su mayor parte árabes», a los rebeldes.
Por su parte, Rusia afirmó que cada vez hay más pruebas de que los rebeldes están recibiendo armas fabricadas en Occidente.
«Cada vez hay más pruebas, también en los medios de comunicación, de que la oposición siria está recibiendo un suministro masivo de armas de Occidente a través de terceros países». GARA
El presidente de EE.UU., Barack Obama, advirtió ayer de que cualquier tentativa de emplear armas químicas en Siria tendría "enormes consecuencias" y haría que su Gobierno considerase una acción militar en el país, algo descartado por el momento.