Un atentado contra una comisaría en Kurdistán Norte se cobra ocho vidas
Ocho personas murieron y 64 resultaron heridas ayer en un atentado con coche bomba junto a una comisaria y cerca de una parada de autobús del centro de la ciudad kurda de Gaziantep. Como es habitual, las autoridades atribuyeron desde el primer momento el ataque al PKK.
GARA | GAZIANTEP
Al menos ocho personas murieron y más de medio centenar resultaron heridas ayer por la tarde en un atentado con coche bomba contra una comisaría en la ciudad de Gaziantep, capital de la provincia homónima de Kurdistán Norte. La potente explosión incendió una decena de coches y dos autobuses municipales, según fuentes de la Policía turca.
El ataque fue perpetrado con un coche bomba que podría haber sido detonado por control remoto, según algunos medios turcos y el gobernador de la provincia de Gaziantep, Erdal Ata, que apuntaban como sospechosos de la acción a la guerrilla del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que atenta con cierta frecuencia en Kurdistán Norte contra objetivos militares y policiales turcos, aunque es más raro que ocasione daños a civiles.
Ningún grupo había reivindicado el atentado al cierre de esta edición.
La explosión se produjo cerca de una parada de autobús en la que se suelen congregar numerosos viajeros, declaró Erdal al canal CNNTürk, y causó heridos tanto entre los viajeros de los autobuses como entre los agentes de Policía.
La televisión mostró imágenes de vehículos calcinados, mientras los bomberos intentaban apagar el fuego.
Gaziantep, cerca de la frontera con Siria, cuenta con un centro para recibir la ayuda internacional para los refugiados sirios que huyen de la guerra en su país, que suman ya más de 70.000.
Ayer mismo, dos soldados turcos murieron y otro quedó malherido al explotar una mina colocada en la carretera y activada por control remoto en la provincia kurda de Hakkari, fronteriza con Irán e Irak y en las últimas semanas escenario de intensos combates entre el PKK y el Ejército de Turquía. En esos combates, según las autoridades, también han fallecido 15 supuestos combatientes del PKK.
El PKK, considerado organización «terrorista» por Turquía, la Unión Europea y Estados Unidos, se alzó en armas en 1984 para luchar por la independencia de Kurdistán Norte y, desde entonces, más de 45.000 personas han muerto en enfrentamientos y acciones armadas.
Dos soldados turcos fallecieron ayer y un tercero quedó malherido al estallar una mina colocada en una carretera en la provincia kurda de Hakkari.