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CONSECUENCIAS DE LA POLÍTICA PENITENCIARIA

Problemas de salud por los ayunos en las cárceles y ante el Hospital Donostia

 

GARA | DONOSTIA

El ayuno de Iosu Uribetxebarria desató iniciativas de apoyo similares tanto ante el Hospital Donostia como en las cárceles. Para los participantes también han ido pasando los días, y hoy los efectos de la huelga son evidentes, pese a lo cual las protestas siguen.

En el caso de las cárceles, Etxerat indicó ayer que continuaban en lucha 558 presos en 71 cárceles, con diferentes iniciativas. A lo largo de la jornada se produjeron algunos vaivenes tras conocerse la deci- sión de Uribetxebarria, por lo que este número no está totalmente actualizado. Además, las dificultades que entraña la comunicación de los allegados con las cárceles está siendo utilizada para sembrar desinformaciones -e incluso intoxicaciones clamorosas- sobre esta protesta.

A la espera de que se vaya aclarando la situación actual, los últimos datos de Etxerat son los citados. La asociación explica que el inicio de las huelgas de hambre se produjo en las diferentes cárceles y módulos entre los días 9 y 17 de agosto (la mayoría los días 11 a 13), lo que significa que en muchos casos se han cumplido ya doce días de ayuno.

Las consecuencias son notorias: «A la pérdida de peso y a la debilidad se le suman problemas de tensión descompensada, niveles de yodo y glucosa muy bajos, taquicardias, mareos, vómitos e incluso pérdidas de conocimiento», resume Etxerat.

Las pérdidas de peso de los prisioneros políticos vascos se sitúan entre los cinco y los once kilos. Los presos solicitan controles médicos diarios. Y mientras se está constatando que funcionarios efectúan registros exhaustivos en las celdas buscando elementos que puedan servir para intoxicar. Así lo hicieron ayer, por ejemplo, con Francisco Mujika Garmendia, Pakito.

El preso de Lezo Gonzalo Rodríguez Cordero, de 67 años, salió del hospital de Ciudad Real el lunes, tras dos días ingresado por una inflamación de hígado por la huelga. Actualmente rechaza la comida de la cárcel. Etxerat confirma que otros presos, cuyos nombres y situaciones detalla, han dejado los ayunos por diversos problemas de salud.

Diez kilos menos

En cuanto a quienes dejaron de comer ante el Hospital, ayer se emitió un primer parte médico de su situación. Han perdido diez kilos de peso de media, según indica Herrira.

Los participantes en esta protesta son Manu Ledesma (Pasai Antxo, 26 años), Fran Balda (Arbizu, 45 años), Jon Garai (Antsoain, 33 años), Rodolfo Cuesta (Donostia, 44 años), Joseba Uranga (Hondarribia, 48 años), Iñaki Egaña (Donostia, 54 años), Nagore López de Luzuriaga (Agurain, 31 años), Galder Ellakuria (Zaratamo, 32 años), Miguel Ángel Lekue (Larrabetzu, 63 años), Mario Artola (Donostia, 45 años), Itziar Arruarte (Hernani, 25 años) y Ander Alberdi (Iurreta, 48 años).

Cinco de ellos cumplieron ayer 13 días en huelga de hambre, otros tres 12 jornadas, y el resto 9 días, a excepción del escritor e historiador Iñaki Egaña, que se sumó el pasado lunes. Otras cinco personas que se habían incorporado anteriormente han abandonado por problemas de salud.

«Vamos a continuar hasta que la libertad de Iosu sea efectiva», aseguró Garai. Herrira explicó que «los huelguistas pasan doce horas al día en el hospital, participando en las concentraciones, dinamizando las asambleas, atendiendo a los medios... Y ya evidencian un notable deterioro físico. Pasan controles médicos todos los días, y han perdido unos diez kilos de media».

No obstante, anunciaron que seguirán con el ayuno e invitaron a sumarse al mismo a todas las personas que estén dispuestas y no tengan impedimentos por razones de salud. «La cita para toda la gente que se anime es este jueves a la mañana, entre las 10 y las 11 horas», informó Herrira.