Victoria Aldunate Morales Escritora y comunicadora
Ante la tortura, solo autonomía
Las detenciones masivas, los malos tratos policiales y las agresiones sexistas por parte de las fuerzas policiales han formado parte de la historia de Chile, tanto durante la dictadura como con posterioridad. Contra las agresiones específicas de la Policía chilena a las jóvenes estudiantes que se movilizan no cabe otra cosa que la organización, la autodefensa y la autoconciencia autónoma de las mujeres.
No obstante el olor de sus discursos, los estados envían a sus policías a humillar sexualmente a las mujeres y a las jóvenes, especialmente cuando los confrontan. Las sociedades también. «Se lo merecen», dicen algunos, y otras lo piensan, pero lo callan -por lo mal que suena ahora con tanto discurso de género-... Nada nuevo. Corrían casi los 80 -1979- mes de mayo y nos detuvieron...
Fueron subiendo al bus a más y más adolescentes, si la memoria no me falla, más chicas. En algún momento ya estaba oscuro y llegamos a una comisaría. Mujeres a un lado, hombres al otro. ¡Mujeres contra la pared! Insultos y manoseos incluidos. «Manoseos», así se decía en ese tiempo, ahora sabemos que es abuso sexual.
¡Hombres hacer flexiones! ¡Las maracas -nosotras- al piso, que a estas las tocan todos! Si andan en estas cosas es porque son así: medio putas... En el siglo XXI, he oído nuevas versiones de lo mismo. Los discursos cambian como el viento y ahora pueden culparles manteniendo una conveniente prudencia generista: «Les pasó por querer exhibirse». En suma, se lo merecen. Por violentistas, locas, putas o pensar distinto. El punto es que gritar, protestar, indignarse, confrontarte, se castiga.
Una que se negaba. Volviendo al 79 del Chile ocupado por la dictadura, en algún momento, ya oscurecía y subimos a una cuca. Esos vehículos pequeñitos y hediondos de vómitos y caca, con rejas en los remedos de ventanas. No sé cuántas éramos, muchas. ¡Bajarse todas las mierdas! ¡Rápido, putas! Lumazos, palos, más manoseos. ¡Contra la pared! ¡Se van a morir las wevonas!... No sé de armas, no las conozco, no identifico sus sonidos, pero alguna dijo: «Pasaron bala»... Una vez, otra vez, más gritos, más insultos. No sé cuánto tiempo. No nos morimos. Era tal vez de madrugada y llegamos a la novena -comisaría-. Esa no la olvido. Subimos a una especie de pista con ventanas alrededor. Mujeres pacos nos ordenaron sacarnos la ropa: «¡Toda!». Pero una niña de no más de 14 años no quería quitarse los calzones. Tiritaba, sollozaba. Se vivía en su llanto la aberración de lo que nos estaba pasando. Aberración a la que el resto nos sometíamos sin chistar, tal vez por ese adiestramiento callejero con «piropos» y cotidiana pedofilia que tantas hemos enfrentado siendo aún niñas. Algo distinto pasaba con ella, no sé qué. Su hermana la contenía, le rogaba: «¡Quítatelos, la paca nos está mirando!». La mentada paca se acercó furiosa... No recuerdo qué pasó en ese momento. No está en mis imágenes de memoria. Mentiría si dijera que le pegaron, que se los quitaron -los calzones- o que se los quitó... Simplemente se me borró... Recuerdo luego un momento en que miré hacia arriba y en todas las ventanas había pacos, hombres, machos, disfrutándonos desde su galera. Disfrutando nuestra desnudez aterrorizada, vulnerable, adolescente y hasta infantil. Masturbándose con el espectáculo, como todo violador.
Ni psicópatas, ni enfermos: torturadores violadores, pero no cualquiera, criminales machistas desde el Estado que asumen esta estrategia... También sociedades y hasta movimientos sociales, que les tapan de acuerdo a sus intereses políticos de turno.
Y con la «democracia» generista? Claro, la historia contada es vieja. Fue en dictadura, me dirán... Pero en noviembre de 2007, con democracia generista enarbolada, pasó lo mismo en el Chile de la alegría que no llegó. Desde la Memoria Feminista, feministas autónomas, y el Equipo feminista de la Casa «ACOGIDA», denunciamos lo siguiente: «...fui detenida por fuerzas especiales de Carabineros el día martes, a las 21:00 horas aproximadamente. Los cargos que formularon en la Fiscalía fueron: provocación y utilización de objetos contundentes como ácido, piedras y pinturas contra Carabineros. Pasamos la noche en la doceava comisaría de San Miguel donde junto a otras 5 compañeras fui desnudada, revisada, humillada, durante toda una noche, el día de hoy pasamos a control de detención donde nuevamente fuimos desnudadas y humilladas... encerradas en calabozos, esposadas durante toda la mañana, fotografiadas...».
Es el relato de una estudiante del ITPUCH sobre la noche del 6 de noviembre de 2007. La toma del Instituto y las protestas de estudiantes que se sentían estafados, se habían iniciado una semana antes, el 29 de octubre. Habían denunciado también en la calle con pancartas y lienzos y habían sido reprimidas por fuerzas especiales de Carabineros con carros lanzaguas, gases lacrimógenos y toda la parafernalia ya conocida. Cuando arrancaban se refugiaban en las dependencias de su Instituto, que estaba entonces -hoy no sé- en el Servicio de Salud Sur en la Gran Avenida. En ocasiones, les devolvían a los pacos las mismas bombas que ellos les lanzaban. Como respuesta, Carabineros entró a las dependencias del Servicio de Salud Sur, rompiendo las rejas. Lo mismo volvió a suceder el 6 de noviembre. Esta vez la represión fue con agua con químicos y gas pimienta -cuyos efectos permanecieron al menos 24 horas y provocaron el cierre del Consultorio y el Jardín Infantil ubicados a un costado del Servicio-. Cuando la represión parecía «calmada», algunas mujeres salieron de la toma para ir al metro. Los estudiantes con las autoridades educacionales habían llegado a un acuerdo previo de que la represión cesaría. Pero las jóvenes fueron cercadas por hombres de civil que dijeron ser Carabineros y se las llevaron detenidas. El relato de la estudiante da cuenta de esa detención.
En 2008 con la lucha pingüina, era secreto a voces que a las niñas las abusaban los pacos en sus detenciones, pero se callaba. ¿Cuántas veces ha habido acoso y humillación sexual a la mujer en los allanamientos del Estado Chileno al territorio mapuche? Con un gobierno u otro, con presidenta o presidente... Es como si la tortura sexual a las mujeres fuese más tolerable que otras cosas... Total es lo de siempre: en la familia, en la pareja, en el colegio, en el trabajo, en el grupo de amigos, en los abortos clandestinos, en el partido... Las mujeres no deben exponerse ni «exhibirse», ¡ya saben lo que les puede pasar!... ¡Es su responsabilidad!
En los últimos días la ONG Corporación Humanas denuncia por la prensa masiva que ha recibido graves casos de violencia sexual de Carabineros hacia alumnas: «Múltiples denuncias de desnudez forzada y violencia genérica de parte de Carabineros contra estudiantes secundarias detenidas tras los desalojos de los liceos de Santiago».
Es probable que hoy exista más atrevimiento y autoconciencia en las mujeres y las jóvenes... Cada vez más atrevidas las mujeres de un pueblo que no se ha rendido ni con izquierdas renovadas ni con derechas. Hay convenciones, sí -que disque que nos servirían-, declaraciones enarboladas por instituciones internacionales diversas, pero no es esa la letra que nos defiende. Sólo las propias mujeres organizadas y de seguro, muchas jóvenes, seguirán transitando por la autodefensa, esa de cuando hay autoconciencia autónoma... autónoma de estados, de gobiernos, de partidos y de discursos maquillados.
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