El Sr. Azkuna, fiel a su estilo, nos avisa sin ningún complejo, en agosto y con Aste Nagusia de por medio, que vienen duras, que va a subir tasas e impuestos y, como siempre hace, advierte de que quitará el gasto en conciertos para garantizar otras prioridades como las obras de los barrios, la Policía, bomberos o protección civil, únicos indicadores al parecer que utiliza el Sr. Azkuna para definir que una ciudad esta «viva».

Desconocemos los motivos de la fijación enfermiza que el Sr Azkuna tiene para con la música en directo, pero los profesionales de la industria musical estamos más que hartos de que cada vez que el Sr. Alcalde quiere ejemplificar con gastos superfluos utilice la cultura, la música y nuestra actividad profesional.

Dirigimos empresas, por lo que somos conscientes de la grave situación económica, de las dificultades por las que pasan las arcas municipales, de la necesidad de austeridad y por ello de la inevitable necesidad de ciertos recortes, y por ello estamos dispuestos a ayudarle, Sr. Alcalde: cuando Vd. quiera podemos sentarnos el tiempo que haga falta para indicarle en qué partidas del próximo presupuesto municipal proponemos recortes y ahorros.

La solución no pasa por retirar a la ciudadanía el acceso a la cultura, ni por hacer desaparecer la actividad cultural, desterrar a nuestros músicos de los escenarios y cerrar los numerosos auditorios construidos y mantenidos con dinero público. Las medidas a tomar son otras, pero muchas de ellas son contrarias a los intereses de una clase política ajena a los intereses ciudadanos.

Pero hay más. Mientras en los países más avanzados de nuestro entorno europeo se apuesta por la industria cultural como un tractor económico que contribuya a salir de la crisis (En Euskadi, sin ser un índice alto, se calcula que esta supone un 4% del PIB y mantiene unos 20.000 puestos de trabajo), Vd. apuesta por eliminarla. Le diremos más: el presupuesto destinado a conciertos desde el Ayuntamiento de Bilbao se gasta principalmente en la Aste Nagusia y en el BBK Live; ambos eventos que, según fuentes del mismo Ayuntamiento que Vd. gobierna, «suponen un gran retorno económico para la ciudad», es decir, los conciertos son un activo económico para Bilbo, activos que Vd., en lugar de aumentar, propone reducir.

Corren tiempos electorales, tiempos en los que los partidos -incluido el partido al que Vd. pertenece- deben articular discursos y tomar posturas acerca de todas aquellas cuestiones que afectan a nuestra sociedad, la cultura entre ellas. Desconocemos las propuestas que su partido tendrá respecto a la política cultural a desarrollar con la música y la industria musical, pero si desde luego estas coinciden con las suyas, deberían tener en cuenta que están dando la espalda a los intereses de miles de ciudadanos y, por lo tanto, a miles de posibles votos.