Donostia y Elduain han registrado los últimos casos de inmatriculaciones por parte de la Iglesia católica en Gipuzkoa. En la capital guipuzcoana, el Obispado que dirige José Ignacio Munilla ha formalizado la petición para inmatricular la catedral del Buen Pastor. En la localidad de Tolosaldea, en 1982 dos terrenos pasaron a estar a nombre de la parroquia de Santa Katalina. Como informó «Berria» al destapar estos casos, a diferencia de los descubiertos en Nafarroa, en Gipuzkoa no se han inmatriculado las iglesias, sino las tierras en las que estas se levantan. Esto se debe a que la ley no permitía en Gipuzkoa inmatricular edificios religiosos, aunque desde 1998 la Ley de Hipoteca del Estado español les permite hacerlo con los edificios religiosos, y esto es lo que ha aprovechado Munilla para solicitar la inmatriculación de la catedral donostiarra.

Cesión del Ayuntamiento en 1887

El de la actual catedral de Donostia es un caso singular. Iglesia y Ayuntamiento firmaron en 1887 un acuerdo por el cual el Consistorio cedía un terreno al Obispado para que este pudiese construir una iglesia. En el acuerdo quedaba claro que el terreno es municipal y que, en el supuesto de que la Iglesia abandonase el uso, volvería a ser propiedad del Ayuntamiento. La situación ha permanecido así durante más de un siglo, hasta que en julio pasado el obispo Munilla realizó la inmatriculación de la catedral donostiarra.

Acceder a la información sobre los bienes que la Iglesia católica tiene a su nombre resulta complicado, por lo que no es fácil saber cuántos casos como estos pueden salir a la luz. De hecho, las Juntas Generales de Gipuzkoa solicitaron en febrero al Ministerio español de Justicia el listado de las propiedades inmatriculadas por la Iglesia en el herrialde a partir de 1998, cuando se obligó a inscribir en el registro los templos para el culto católico.

En Elduain, dos parcelas que pertenecían al municipio pasaron a estar a nombre de la parroquia de Santa Katalina: el solar donde estaba la propia parroquia y la ermita de Santa Kruz. Como las parroquias no son entidades jurídicas, no pueden tener propiedades a su nombre, por lo que como titular de las mismas aparecía el antiguo obispo José María Setién. La ermita de Santa Kruz se construyó a principios del siglo XVII y El Obispado realizó la inmatriculación en 1982. En 2005 la ermita se quemó, por lo que ahora tan solo queda el solar, que continúa a nombre del Obispado.

Lerga recupera la ermita de Abaiz

Por otro lado, los vecinos del municipio navarro de Lerga han recuperado la ermita del despoblado de Abaiz, de la cual se había apropiado el Arzobispado de Iruñea mediante una inmatriculación. La batalla legal ha durado casi un año. La iniciativa ha sido del pueblo, que, apoyado por el Ayuntamiento, ha conseguido que Abaiz vuelva a estar a nombre de Lerga. Los documentos históricos, que aclaraban la titularidad municipal de la ermita han facilitado el proceso que ha unido al pueblo. Prueba de ello fue que prácticamente todos los habitantes se personaron en el procedimiento abierto en junio.

El párroco del pueblo, Fermín Macías, entregó en persona al alcalde la pasada semana el documento de cancelación de inscripción de la finca. Según declaró, él mismo lo solicitó a sus superiores para que se puedan vivir las fiestas patronales del pueblo en paz.

El alcalde, Iñaki Iriarte, anunció la recuperación de la ermita en vísperas de las fiestas con el documento de cancelación en mano, lo que se ha convertido en un motivo más para las celebraciones de estos días.

Desde Lerga han querido remarcar que «la lucha de todo el pueblo» ha logrado recuperar una ermita que nadie cuestionaba que fuese suya.

El primer lunes de setiembre, el día 3, el Ayuntamiento de Lerga presentará la renuncia del Arzobispado en el juzgado, a la espera de la recuperación definitiva de la ermita, perteneciente del pueblo desde que la adquiriese en propiedad en 1927.