Los inversores dieron la vuelta a la situación negativa de la mañana y lograron que el Ibex terminara al alza. Este avance, que deja al selectivo a las puertas de los 7.400 puntos, se produjo, además, en un contexto adverso de referencias. Dentro del Estado español, el INE informó de que el crecimiento de 2011 se quedó en el 0,4%, tres décimas menos de lo esperado, y anunció para hoy una revisión de su pronóstico para 2012. Nadie duda de que propondrá una caída mayor del PIB para el segundo semestre -en junio sufría ya una contracción interanual del 1%-, sobre todo a la vista del colapso creciente de la economía y el consumo. Por su parte, el ministro de Guindos aseguró que no se van a pedir más de 60.000 millones de euros a Bruselas para los bancos, la cifra más alta de las propuestas por las auditoras Wyman y Berger. Mientras, en Europa se sucedían las intervenciones contradictorias sobre la salida de Grecia del euro y índice alemán IFO de confianza empresarial caía por cuarto mes consecutivo. Pese a todos estos nubarrones, el Ibex remontó por la tarde hasta sumar un 1,21%. Hoy saldrá con 7.398,90 puntos. Los índices de Fráncfort (+1,01%) y París (+0,86%) también ganaron terreno. En el Ibex, destacaron Gamesa (+4,90%) y Mapfre (+3,30%). El peor fue Bankia (-3,10%), que todavía deberá esperar más para recibir el crédito de Bruselas. Entre los pesos pesados, Repsol (+2,38%) y BBVA (+1,92%) obtuvieron las mayores subidas. En París, los mejores fueron BNP Paribas (+2,11%) y Société Générale (+1,99%). Peugeot (-0,88%) registró el peor resultado.