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ZERUA eta INFERNUA

«En California, Skrillex me intentó robar el mechero descaradamente»

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David Gonzalez

Bajo de Berri Txarrak

David González (1979, Bilbo) dio el gran salto en 2009 cuando entró a formar parte de Berri Txarrak. Ahora, después de unas merecidas vacaciones, está inmerso en un disco de versiones de bandas sonoras de cine que ha grabado con su otro grupo Cobra. En setiembre retoma los directos con Berri Txarrak.

Amaia GARTZIA | GASTEIZ

David González llegó bastante «curtido» en esto de los viajes (Cuba, Japón...) a Berri Txarrak. Pero el grupo, además de aumentar su bagaje musical, le ha procurado alguna que otra anécdota. Su ojos -y oídos, también- quedaron impresionados con el sobrecogedor Cañón del Colorado.

¿Fue fácil adaptarse a la nueva dinámica de viajar con BTX o ha sido un salto muy grande?

Siempre me ha encantado viajar, pero es verdad que, en los últimos años, con BTX he tenido la suerte de poder conocer un montón de países y vivir experiencias muy intensas. Cuando estamos muy lejos, Gorka y yo nos solemos decir el uno al otro: «¡Joder, tío, mira hasta dónde te ha traído el rock!». Es verdad que muchas veces no disfrutas de los sitios, no pasas más de 48 horas en un mismo lugar y tampoco tienes tiempo de conocerlo. El ritmo en una gira es frenético y puedes llegar a estar en tres países distintos en menos de cuatro días habiendo dormido quince horas en total. Aún así, cuando algo te apasiona es muy fácil adaptarse a ello. Yo me considero un tío muy afortunado.

Díganos un lugar que le haya marcado antes de BTX y otro que haya conocido con el grupo.

Cuba fue mi primer viaje transoceánico y me encantó, sobre todo los cubanos. También conocí Tokio justo antes de empezar a viajar con BTX y flipé bastante. Era como estar en otro planeta: me impactó muchísimo el estilo de vida de los japoneses, la ciudad, sus costumbres, su gastronomía. Después, gracias a BTX, he conocido infinidad de sitios, y de todos ellos me llevo grandes recuerdos: Hong Kong, Seúl, Sao Paulo, México D.F., Buenos Aires, Chicago... Otro sitio que me impactó muchísimo fue el Cañón del Colorado: la grandeza e inmensidad de un sitio así impresiona, pero lo que más me impactó fue su silencio. Aún así, sin duda alguna, me quedo con Nueva York, es mi ciudad favorita y siempre soñé con conocerla.

¿Nos cuenta alguna anécdota de algún viaje?

Recuerdo una en Los Ángeles. Ross Robinson nos invitó a una fiesta en una azotea de un hotel, en primera línea de playa en Santa Mónica. El anfitrión de la fiesta me intentó robar el mechero de una manera muy descarada... al final tuve que decirle que el mechero era mío y que se lo daba, pero que dejara de guardárselo en el bolsillo delante mío. Al día siguiente le vi en la portada de una revista: ¡resulta que era Skrillex, uno de los dj's de dubstep más famosos del mundo! El cabrón de él podía comprarse la empresa entera de Clipper.

¿Qué es imprescindible para ir de viaje?

Suelo comprar la «Lonely Planet» del sitio al que voy. Me gusta leer su historia, mirar los mapas, hacer apuntes (sobre todo, buscar las mejores tiendas de música). Lo más importante en un viaje es tener predisposición y estar abierto a todo lo que te pueda pasar. Es la única manera de adentrarte allá donde vayas.

 
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