Después de más de cinco décadas de conflicto armado que han dejado decenas de miles de muertos y desaparecidos y millones de desplazados, la paz asoma en Colombia. Según informaron la cadena latinoamericana Telesur y medios locales colombianos, el Gobierno de Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) firmaron ayer en La Habana un acuerdo para iniciar diálogos de paz, cuya apertura formal está prevista en octubre en Oslo. Bogotá no quiso pronunciarse sobre esta cuestión y el Gobierno de Cuba y las embajadas de Colombia, Noruega y Venezuela en la capital cubana mantuvieron un silencio absoluto en torno a este supuesto acuerdo.

El director de información de Telesur, Jorge Enrique Botero, explicó, citando fuentes oficiales, que se espera que los diálogos comiencen el próximo 5 de octubre en Oslo y que posteriormente los representantes del Ejecutivo colombiano y de las FARC viajarán nuevamente a Cuba «con la aspiración de no levantarse de la mesa hasta no suscribir un pacto de paz».

El acuerdo, según Botero, es fruto de las «conversaciones secretas» que desde el pasado mes de mayo vienen manteniendo ambas partes, con el apoyo de Venezuela, Cuba y Noruega.

Por el lado de las FARC, según Telesur, estuvieron negociando el guerrillero Mauricio, más conocido como «el médico», quien reemplazó en el Bloque Oriental a Víctor Julio Suárez Rojas, alias «Mono Jojoy», abatido por el Ejército el 22 de septiembre de 2010. También participaron el portavoz internacio- nal de ese grupo armado Rodrigo Granda, conocido como «el canciller»; Marcos Calarcá y Andrés París.

Los representantes del Gobierno han sido el actual consejero para la Seguridad, Sergio Jaramillo; el ministro del Medio Ambiente, Frank Pearl; y Enrique Santos Calderón, hermano del presidente Santos.

«En los próximos días»

La información fue revelada también por el director de noticias de la radio RCN, el exvicepresidente y primo del actual mandatario Francisco Santos, quien aseguró que el Gobierno anunciará la apertura del diálogo «en los próximos días». Según su versión, el acercamiento entre las partes empezó tan pronto comenzó el mandato de Santos, en agosto de 2010, cuando se restablecieron las relaciones diplomáticas entre Colombia y Venezuela, rotas un mes antes por el presidente venezolano, Hugo Chávez. Según RCN, Santos planteó Chávez la posibilidad de restablecer las relaciones bilaterales a cambio de que Venezuela ayudara a construir el camino a un proceso de paz con las FARC.

Esta sería la primera vez en más de una década que el Gobierno colombiano se sienta a dialogar abierta y formalmente con las FARC. Durante sus ocho años de mandato, Uribe había condicionado cualquier negociación a la liberación incondicional de todos los secuestrados, al cese de las hostilidades y a la desmovilización de los principales jefes guerrilleros.

En agosto de 2011 el máximo jefe de las FARC, Alfonso Cano, anunció el deseo de la guerrilla de emprender diálogos de paz que pusieran fin a la guerra que vive Colombia. En un video divulgado por la agencia Anncol y enviado a todos los medios de comunicación, Cano le recordó a Santos que «en su discurso de posesión, prometió dejar atrás los odios que habían caracterizado los ocho años del anterior Gobierno» e insistió en que las FARC creen en el diálogo que ésta es la vía.

En un comunicado del pasado 19 de abril, las FARC reiteraron su disposición a iniciar un proceso de diálogo con el Gobierno de Santos y destacaron que las conversaciones no apuntan a ningún tipo de rendición y entrega.

El fiscal general de Colombia, Eduardo Montealegre, afirmó ayer mismo que «la salida al conflicto colombiano no está por la vía de las armas».