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Cambiar de dirección y marcar una salida

Como si de una rotonda de circulación se tratara, da la impresión de que, a menudo, la política vasca sigue dando vueltas y más vueltas y, por más que se intenta, no consigue que las grandes ideas circulen, que los intermitentes marquen una salida que pueda ser visualizada y que pueda haber un cambio de dirección efectivo para el país. Es una sensación socialmente extendida, y la exigencia de romper ese círculo vicioso, una exigencia mayoritaria. Seguir como hasta ahora puede significar que el tránsito hacia una solución democrática que asiente la paz se torne en un largo camino hacia el cansancio y que la salida a la crisis económica sea, en realidad, una puerta giratoria. De ahí que romper los cálculos y los esquemas propios para hacerlo después con los de quienes se sienten cómodos en esa situación, salir de las trincheras y labrar un suelo común es hoy más necesario que nunca. Una situación tan complicada como la que vive Euskal Herria requiere pensar y actuar en clave de país, compactar una nueva realidad desde la unión de propósito y acción entre diferentes.

La candidata de EH Bildu, Laura Mintegi, y su equipo comparecieron ayer en el hotel Carlton de Bilbo para lanzar un mensaje claro y cargado de simbolismo. Elegir la que fue sede del Gobierno del lehendakari Agirre y comprometerse a hacer suyo el «estilo» que impulsó tiene mucho significado. Implica apostar por un esfuerzo constante de diálogo y concertación con todos los partidos, sellar alianzas sólidas y anteponer esa unidad a cualquier otra consideración. Unión y soberanía para un nuevo camino, un nuevo gobierno para un doble objetivo: acelerar el proceso de paz y construir una alternativa autocentrada a la crisis como prioridades del país.

Las elecciones del próximo 21 de octubre son una oportunidad, un punto de apoyo necesario para que la nueva impronta que está dando Mintegi a EH Bildu vaya cristalizando. Parece claro que para ganar esa meta habrá que dejar ganar etapas a otros, saber deshacer el juego partidista en beneficio del juego político que el país merece. Liderar ese compromiso es una gran responsabilidad para EH Bildu.

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