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Se apaga la luz de la bombilla incandescente para fomentar el ahorro energético en la UE

Europa pulsa el interruptor para apagar definitivamente las bombillas incadescentes, que a partir de ahora dejan de distribuisrse con el fin de fomentar el ahorro energético y reducir la generación de residuos.
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GARA | BRUSELAS

Desde el pasado sábado, las bombillas incandescentes, las habituales en las lámparas de miles de hogares, no pueden comprarse en la mayoría de las tiendas de la Unión Europea. La retirada del mercado de dichas bombillas es un gesto con el que los Veintisiete pretenden fomentar el ahorro de energía.

Aunque las bombillas tradicionales de menos de 60 vatios han dejado de distribuirse, se podrán seguir vendiendo y usando las que ya están en circulación, unas 8.000 según señaló Santiago Erice, experto en alumbrado de Philips España.

Con este paso se pone fin al período transitorio de adaptación a la nueva normativa, que se inició en setiembre de 2009 con la retirada de las bombillas incandescentes de más de 100 vatios y continuó con el fin de la comercialización de aquellas con una potencia mayor de 75 y 60 vatios en 2010 y 2011, respectivamente.

A partir de ahora, los consumidores tendrán que sustituir la bombilla tradicional por fluorescentes compactas de larga duración o las alógenas. Con cualquiera de ellas el ahorro energético es notable. Las primeras ahorran un 75%, mientras que las segundas consumen entre un 25% y un 50% menos.

Hay una tercera alternativa, las modernas lámparas LED (utilizadas en los semáforos), que se perfila como la sucesora natural por su calidez, su larga duración, su encendido inmediato y su eficiencia, ya que permiten ahorrar hasta un 70% de energía.

Sin embargo, el alto precio del LED -entre 15 y 25 euros frente al euro que podía costar una bombilla tradicional- es el mayor obstáculo para que se extienda su uso entre los consumidores. En cualquier caso, Bruselas señala que su mayor eficiencia y su longevidad supone finalmente un ahorro para el usuario, que amortiza el precio inicial más elevado.

Importantes beneficios

Con la sustitución de las bombillas tradicionales por otras más eficientes, la CE espera que los hogares paguen hasta 50 euros menos al año, lo que equivale a un total de entre 5.000 y 10.000 millones de euros en toda la UE.

En términos enérgeticos, Bruselas calcula que la retirada supondrá un ahorro de 40.000 millones de kw/h a partir de 2020, lo que equivale al consumo energético de once millones de hogares. También tendrá un importante impacto en el medioambiente, ya que reducirán los residuos generados por la iluminación y se disminuirán las emisiones de CO2 en 15 millones de toneladas al año.

alternativas

A partir de ahora, los consumidores deberán sustituir la bombilla tradicional por fluorescentes compactas de larga duración, alógenas o LED. Alternativas que contribuirán a reducir el consumo energético.

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