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REGATA FEMENINA

La «Rianxeira» ruge en La Concha

La trainera de Galicia Rías Baixas dejó la prueba femenina prácticamente decidida después de aventajar en casi 10 segundos a Getaria-Tolosa, 14 a Zumaia y 20 a Pasai Donibane. Las galaicas rompieron la regata a partir de la ciaboga, con un gran segundo largo.

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Arnaitz GORRITI

Pasaba con el cuarto tiempo de la calificatoria, pero ayer era otro día. Galicia Rías Baixas se embolsó casi de facto su quinta bandera de La Concha. La «Rianxeira» machacó a todos sus rivales con una empopada simplemente perfecta. Getaria-Tolosa, abonada a la segunda plaza en la regata donostiarra, cedía casi diez segundos; Zumaia, que bogaba por la calle uno, la peor en las condiciones de la mar de ayer, 14; Pasai Donibane, que demostró que está más a disfrutar que a pelear por la bandera, 20.

Es obvio que cualquier cosa pudiera pasar en caso de que el domingo que viene la mar se revolviera, pero ya pueden hacer rogativas las traineras guipuzcoanas para que eso sea así, porque si se vuelven a encontrar con una mar en calma, Galicia Rias Baixas no debería tener problemas en volver a imponerse en la regata femenina de La Concha. E incluso si las condiciones de la mar fueran malas, les costará lo suyo voltear la ventaja obtenida por la embarcación galaica.

Gran arranque de Getaria-Tolosa

Araceli Fernández confesaba a los micrófonos de Euskal Telebista que «tuvimos suerte en el sorteo. Luego en la regata, sabíamos que íbamos a hacer un buen largo de vuelta, pero temíamos que nos pudieran meter tiempo en el de ida».

La delegada de Galicia Rías Baixas tenía motivos para preocuparse. Partiendo de la calle cuatro, la «Esperantza» de Getaria-Tolosa salió en tromba, con más de 50 paladas por minuto en los primeros minutos, y manteniendo un ritmo intensísimo -por encima de las 40 paladas por minuto- en los poco más de cinco minutos que duró el primer largo.

En las calles uno y dos, Zumaia intentaba mantener la distancia respecto al dúo cabecero, mientras que Pasai Donibane comenzaba a ceder a partir del segundo minuto de regata. Getaria-Tolosa mantenía la proa, con la embarcación gallega pegada a su proa hasta el momento de la ciaboga.

«La ciaboga, un chorizo»

«Nuestra ciaboga ha sido un chorizo y ahí se nos ha escapado Galicia», reconocería tras la regata Olatz Aldalur, patrona de Getaria-Tolosa. La «Esperantza» se atoró en el peor momento y arrancó en el largo de vuelta con una trainera perdida respecto a la «Rianxeira». Nunca más volvería a meter la proa.

A partir de ahí, el bote gallego se dio un homenaje mientras abría un hueco cada vez mayor ante unas rivales que bastante tenían con no darse por vencidas y seguir manteniendo una desventaja todavía remontable.

En el bote de la «Rianxeira», una trainera nueva de Amilibia, cedida por Meira, sabían que la ocasión la pintan calva. «¡No hay que conformarse!», decía su patrona María Gil, y pedía un poco más a sus remeras mientras metía la proa de su bote en la intersección de las calles dos y tres, para aprovechar el escaso oleaje de la jornada. Getaria-Tolosa intentaba no perder más terreno y Zumaia buscaba asirse a la estela de la «Esperantza». Por la calle dos, la «Batelerak» de Pasai Donibane mantenía su remada al verse no muy lejos de la «Telmo Deun», aunque sin postular de verdad para hacerse con la tercera plaza.

La renta de las gallegas superó las dos traineras mediado el segundo largo, y por mucho que Nagore Osoro y Olatz Aldalur azuzaran a sus respectivas tripulaciones -«¡no cejéis!», les repetían-, estaba claro que las gallegas buscaban dejar la regata femenina vista para sentencia y que no iba a dejar pasar. Tras no poder imponerse en la Liga Euskotren, la «Rianxeira» volvió a rugir en La Concha.

 

Galicia Rías Baixas prefiere seguir «sin creerse nada»

Aunque en el bote de Galicia Rías Baixas reinaba la euforia, la cautela reinaba en sus declaraciones. Así, la patrona María Gil prefería no lanzar las campanas al vuelo.

«Hay que ser cautos. Esta bandera es muy golosa y aunque nos ha salido bien, todavía no hay que creerse nada. Veremos si nos comportamos como un equipo o si los rivales nos ponen en nuestro sitio», dijo.

La patrona santanderina reconocía que la clave estuvo en la empopada. «Aunque hemos llegado por detrás a la ciaboga, de popa hemos tenido la cabeza fría y las cosas salieron bien».

«Ahora toca seguir entrenando y volver a empezar y afrontar la siguiente regata sin tener en cuenta lo pasado», concluía.

Las rivales de la «Rianxeira» tampoco dan por perdida la bandera, pero ayer no podían sino rendirse a las galaicas.

«Hemos estado ahí, pero tal vez tras la ciaboga no hemos hecho las cosas como debiéramos. Aun así, seguimos vivas en la regata», declaraba el delegado de Getaria-Tolosa Jabier Etxabe. «Diez segundos son muchos, pero son remontables», insistió.

La cruz de la moneda era el entrenador de Zumaia, un abatido Kike Manterola. «Con 14 segundos, hemos perdido la bandera», reconocía. «Intentamos agarrarnos a la regata, pero no llegamos al nivel de las gallegas. Hemos estado precipitadas, sin acabar la remada. Haría falta mala mar para voltear esto, pero daremos guerra», anunció.

La patrona de la «Telmo Deun», Nagore Osoro, se lo tomaba con flosofía. «Galicia ha sido mejor, y sé que no hemos hecho nuestra mejor regata. Pero ojo, esto no ha acabado», advertía la de Ondarroa.

A. G.

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