«Hay mucha gente que ha estado esperando una referencia como EH Bildu»
Dani Maeztu (Durango, 1974) es el único de los cuatro parlamentarios que siguió fiel a lo acordado por el Congreso de Aralar y una decisión de última hora de Aintzane Ezenarro, destituyéndolo como portavoz suplente, ha estado a punto de hacer que el partido se quedara sin representación en la Diputación Permanente del Parlamento de Gasteiz. Ahora hace balance de la legislatura y mira al futuro.
Iñaki IRIONDO
La legislatura que comenzó con el mejor resultado electoral de Aralar en unos comicios autonómicos se ha cerrado con una importante crisis en el grupo parlamentario. Entre medio, importantes cambios políticos en Euskal Herria y una agudizada crisis económica. Dani Maeztu ha estado en el ojo del huracán y le han quedado fuerzas para repetir en la próxima Cámara, esta vez, en las filas conjuntas de EH Bildu, en cuya lista se presenta en el cuarto puesto por Bizkaia.
¿Qué balance hace Aralar de esta legislatura?
La legislatura de Patxi López como lehendakari ha sido la legislatura del fraude, porque ha estado marcada por las grandes mentiras. Empezó diciendo que no iba a pactar con el PP y fue lo primero que hizo. Ha sido mentira que iban a primar «lo que interesa al país» como la Ley Municipal o la de Vivienda que todavía estamos esperando. Mentira que sea el adalid de la lucha contra los recortes y de defensa del Estado del Bienestar cuando, en sus primeros tres años, ha sido precursor en bajar un 5% el sueldo a los funcionarios, endurecer las condiciones para acceder a la renta de garantía de ingresos, recortes en Sanidad y en Educación... Ahora, tras la ruptura con el PP, intentan vender ese enfrentamiento para intentar recuperar perfil de izquierdas. Mentira fue lo del euskara en libertad, cuando los euskaldunes seguimos sin poder comunicarnos en euskara con toda la Administración. Todo eslóganes, pero nada cumplido.
¿En qué puntos ha incidido Aralar en el Parlamento durante esta legislatura?
Hemos hecho oposición a esa práctica de recortes de derechos laborales y sociales, indicando que había que incidir en otras áreas. Hemos hecho propuestas concretas en materia de Sanidad y Educación. Por ejemplo, intentando evitar que todas las especialidades en Tolosaldea quedaran en manos de una clínica privada. Y hemos intentado que en enseñanza se tomaran medidas para cubrir las bajas. Pero en todos esos temas nos quedábamos solos el Grupo Mixto y Aralar. También hemos hecho propuestas en materia de euskara, para tratar de que el bilingüismo sea real después de treinta años, y ahí tengo que destacar la labor realizada por Mikel Basabe.También hemos impulsado el reconocimiento de todas las víctimas de la violencia. Un trabajo que venía de la legislatura anterior y en el que se volcó Aintzane Ezenarro. Lamentablemente, cuando vio que el proyecto colectivo del que formaba parte tomaba otra vía que no era la que ella propugnaba, Ezenarro pasó a tomar decisiones personales y la buena labor realizada durante tiempo se vio empañada por todo lo que pasó con la votación de la ponencia. Una ponencia que ha llegado a unas conclusiones que son de perogrullo, redactadas porque algo había que hacer y que no aportan nada. Se ha visto en lo ocurrido este verano, cuando está sobre la mesa la cuestión de los presos, en este caso de uno con un cáncer terminal, y esa ponencia no dice nada sobre estos temas.
Al final fue Aralar el que se convirtió en noticia a cuenta de la polémica sobre esa ponencia.
Sí. Con lo que nos ha costado siempre que cualquiera de nuestras propuestas saliera en los medios, al final ha sido la situación interna la que ha estado ocupando portadas y mucho espacio diario en algunos medios.
¿Lo de la ponencia fue la causa de las desavenencias o su consecuencia?
Lo de la ponencia es una escenificación de algo que ya había sucedido. En 2011 hicimos un congreso en el que una mayoría muy cualificada de Aralar decidió apostar por lo que siempre habíamos defendido: poner nuestro grano de arena a un espacio de izquierda plural que trabajara solo por las vías políticas. Y hubo gente como Aintzane Ezenarro que no aceptó ese resultado. A partir de entonces, lo de la ponencia fue una escenificación en la que Aintzane quiso hacer pública su ruptura con Aralar, intentando dar a entender que era ella la que mantenía las esencias de Aralar. En un movimiento asambleario, cuando la mayoría toma un camino, está clara cuál es la esencia del partido. Es legítimo estar en contra de lo que dice la asamblea, pero no es legítimo el utilizar el cargo y la proyección pública que se tiene para atacar al partido de esa forma.
Patxi Zabaleta habló de que fuerzas externas habían utilizado estas discrepancias para intentar romper Aralar y citó expresamente a Joseba Egibar...
No voy a hacer acusaciones directas sin tener pruebas, pero sí es cierto que determinados medios, como el Grupo Noticias y algún otro diario, que antes no nos hacían ni caso, han llevado esto como uno de sus grandes temas y siempre con un enfoque de defensa de las posiciones de Aintzane Ezenarro. Sí que hemos visto una estrategia e interés de hacer daño a la coalición de la que forma parte Aralar y en esto Aintzane Ezenarro se ha convertido en protagonista.
¿La marcha de Ezenarro, Basabe y Erostarbe ha tenido incidencia en el partido?
Sí que la ha tenido, ha habido gente que ha dejado el partido, pero no en proporción a la trascendencia mediática que se le ha dado al caso. Hubo más marchas cuando decidimos ir en coalición con Ezker Batua. Entonces hubo más bajas y de militantes cualificados, pero se fueron sin hacer ruido.
También hay problemas en el seno de Nafarroa Bai, con quejas de PNV y Zabaltzen...
Hay sectores que van a utilizar cualquier decisión que se adopte para atacar a Aralar y, a través de Aralar, a la decisión que se tomó en su día de alcanzar un acuerdo estratégico abertzale y de izquierdas en el conjunto de Euskal Herria.
¿Cabría la posibilidad de que en el Parlamento de Nafarroa se diera algún tipo de agrupamiento entre los parlamentarios de Bildu y los de Aralar que están en Nafarroa Bai?
La propuesta podría ser que lo que era Nafarroa Bai y Bildu fueran conjuntamente, pero con la creación de Geroa Bai vimos que había una resistencia muy grande a acercarse a Bildu. Nosotros nos tenemos que mantener en el Parlamento fieles a lo que fue la apuesta de NaBai, pero teniendo claro que, si quienes están Geroa Bai no quieren acercarse a Bildu, Aralar acabará llevando la apuesta de EH Bildu también a Nafarroa.
¿Qué resultados espera Aralar para EH Bildu el próximo 21 de octubre?
Esperamos un resultado muy bueno, porque vemos que en este momento la referencia de izquierdas y para los independentistas del país es Euskal Herria Bildu, y hay mucha gente que ha estado esperando que existiera esa referencia. Cuando surgió Bildu, lo vimos; cuando surgió Amaiur, lo vimos; y con EH Bildu creemos que eso va a ir a más. Porque, además, no es una unión temporal de partidos para ir a unas elecciones, sino que detrás hay un acuerdo estratégico de los partidos para todo Euskal Herria. Esa es una referencia que mucha gente venía reivindicando. Pero, además, en la coyuntura económica y social que tenemos, es la única alternativa que vemos a las prácticas de PNV, PP y PSE. Los partidos de toda la vida están lastrados por sus connivencias con los lobbies económicos. El PSE ha demostrado que da igual quién gobierne, que los lobbies económicos caen siempre de pie y no tienen problemas para sus proyectos y necesidades. Tenemos que poner los intereses de los ciudadanos en primera línea, algo que otros partidos no están haciendo. Los partidos se han convertido en un fin más que en un instrumento. Y queremos que EH Bildu sea un instrumento al servicio de la ciudadanía, que dé respuestas a la crisis.
EH Bildu ha conseguido que gente que no estaba en la política partidaria diera el paso de presentarse a estas elecciones. ¿A qué lo atribuyen?
Responde a la ilusión generada, pero también a que somos algo distinto. EH Bildu tiene que ser un espacio que vaya mas allá de los cuadros de los partidos, abierto a la sociedad y donde la gente independiente tenga la posibilidad de aportar desde la política a la ciudadanía. Es muy difícil que gente independiente, que no venga de los cuadros de ningún partido, se acerque a la política cuando cada vez hay un desapego mayor. Y eso también es ilusionante.
Pero dice el PNV que EH Bildu no sabe gestionar...
El PNV no es nadie para dar lecciones de gestión. Ahora se ha puesto en marcha un debate falso sobre la cuestión de la auditoría externa de las cuentas del Gobierno de Patxi López. Si hay que hacerlo, se podrá hacer o el Tribunal Vasco de Cuentas Públicas lo hará algún día, pero solo hay que ver cómo ha dejado el PNV las arcas de algunos ayuntamientos para que este partido tenga mucho que callar en esta materia. Ahí están los caso de Ondarroa -donde curiosamente gobernaba una gestora, es decir, gente dedicada solo a la gestión- o de Mañaria. Podríamos hablar de la Diputación de Gipuzkoa o de Bidegi, la empresa encargada de la autopista.
Por otra parte, sigo reivindicando que en este país no hacen falta gestores; para eso hay consultorías y hay empresas que se les coge y les pones a gestionar. Lo que hacen falta son políticos que sepan sacar adelante día a día los problemas de la ciudadanía. Reivindicamos lo que significa la política. Somos representantes de la ciudadanía y lo que no podemos hacer es pedir su voto y al día siguiente gestionar como a mí me venga en gana. La ciudadanía va a tener que decirme cuáles son las prioridades. Yo llevo viendo durante treinta años en el Ayuntamiento de Durango cómo gobierna el PNV, alejado siempre de la ciudadanía, y no me gusta. Además, lo que pretenden hacer ver de que al menos tienen resultados económicos óptimos, tampoco es cierto. Ahí están los agujeros que han dejado. No tengo ninguna duda de que las personas elegidas por Euskal Herria Bildu van a gobernar mejor que las del PNV.
¿Por qué optaron por presentar a quienes serán consejeros en caso de que EH Bildu llegue a gobernar?
Pretendemos que se vea qué gente hay detrás de la sigla y que, además, en la mayoría de los casos están fuera de los cuadros de los partidos. Y hay que reconocer que era un paso difícil. No es lo mismo acercarte a gente al día siguiente de ganar las elecciones y decirle «quieres gobernar», que ir a dónde este tipo de personas, bastante antes de saber cuándo van a ser las elecciones y preguntarle si está dispuesto a dar la cara por este proyecto. Eso puede suponer problemas para algunos. Pero hemos conseguido que gente que es significativa en su área de trabajo se haya involucrado en decirle que sí a EH Bildu. Ciudadanos y ciudadanas que están dispuestos a aportar por este país bajo la sigla de EH Bildu. Gente válida, referencial en sus ámbitos.
«Ha sido la legislatura del fraude, de las mentiras y los incumplimientos. Fue el primero en recortar y ahora pretende ir de opositor a los recortes»
«El PNV debería callar, antes de acusar a EH Bildu de no saber gestionar, viendo cómo han dejado las cuentas de algunos pueblos o las de Gipuzkoa y Bidegi»
«Cuando vio que el Congreso no iba por la vía que ella quería, Aintzane Ezenarro empezó a tomar decisiones personales»
«Algunos han tenido interés en dañar a la coalición en la que participa Aralar y en esto Aintzane Ezenarro se ha convertido en protagonista»