La autopsia de las cuatro víctimas aparecidas el pasado miércoles junto al lago Annecy reveló que «murieron a causas de varios disparos de bala y las cuatro fueron víctimas de dos tiros en plena cabeza», según anunció el procurador de la República de Annecy, Eric Maillaud. Los investigadores intentan averiguar si hubo uno o más atacantes en el drama ocurrido en una carretera forestal cerca del pueblo de Chvaline, próximo al lago Annecy. «Sucedió de forma muy rápida», indicó el procurador, sin ofrecer más detalles de los análisis de balística. Todas las hipótesis de la investigación siguen abiertas.

En el interior de un vehículo de matrícula británica se encontraban el cadáver del padre de familia, su mujer Iqbal, originaria como él de Bagdad, y el de una mujer mayor sueca.

Al lado yacía un ciclista francés, aparentemente la víctima colateral de lo que parecía el intento de ejecución de toda una familia. Dos hijas, de cuatro y siete años, sobrevivieron al tiroteo, pero una de ellas resultó gravemente herida.

La investigación se dirige ahora hacia las afueras de Londres, en Claygate (40 kilómetros al sur de la capital inglesa). Policías británicos y franceses iniciaron las pesquisas en el domicilio de la familia al-Hilli, donde han instalado una tienda de campaña en la entrada de la casa, y colocado un cordón de seguridad. Esperan encontrar indicios que explique el suceso y acceder al ordenador de Saad al-Hilli, que dirigía una pequeña empresa informática desde su domicilio. El procurador señaló que se interesarán por las personas del entorno más inmediato de la familia, e investigarán su profesión, las empresas para las que trabajaba el padre, su patrimonio y las razones de un litigio financiero con su hermano.

Mientras, en el Estado francés, los investigadores esperan poder obtener algún elemento de Zainab, la niña de siete años cuando se recupere del coma. Su hermana de cuatro años, que se escondió durante el tiroteo, no será interrogada.

El coronel Marc de Tarlé, responsable del grupo de gendarmes desplazado a Gran Bretaña, indicó que la investigación resultará «larga y compleja». Rob Price, comisario adjunto de Surrey, explicó que se trata de una investigación «llevada a cabo por los franceses» a los que la policía británica «hará todo lo posible para apoyar».