A falta de mar revuelta, Zumaia y Getaria-Tolosa buscan lograr la perfección
La «Rianxeira» tiene casi diez segundos de renta sobre la «Esperantza» y 14 a la «Telmo Deun». Las gallegas deberían ganar si no cometen errores.
A. G
«No hay que creerse nada. Hay que remar como si esta regata no se hubiese dado», declaraba la patrona de Galicia Rías Baixas María Gil tras su exhibición del pasado domingo en la primera jornada de la V Bandera Femenina de La Concha. No obstante, pese a sus prudentes palabras, la felicidad de su tono de voz no dejaba dudas de su fe en que la «Rianxeira» volverá a inscribir su nombre en el palmarés de esta regata.
Al fin y al cabo, más de tres traineras de ventaja es lo que obtuvo la «Rianxeira» tras un largo de vuelta espectacular, después de pelear a brazo partido con Getaria-Tolosa en la ida, mientras que Zumaia bastante hacía con no perder la estela de las dos primeras desde la calle uno. Casi diez segundos de renta sobre la «Esperantza» y 14 respecto a la «Telmo Deun» hablan a las claras de que Galicia Rías Baixas depende de su propia pericia para imponerse. Esto es, sus rivales deberán rozar la perfección en caso de que las galaicas no metan la pata.
«No es imposible»
Sin embargo, con la salvedad de una Pasai Donibane que ya se siente como triunfadora por el hecho de bogar en La Concha, ni Getaria-Tolosa ni Zumaia se dan por vencidas.
«Ellas han sido mejores, pero aún queda un domingo de regata y volveremos a dar guerra», advertía la patrona de Zumaia Nagore Osoro en el muelle donostiarra. Mientras, Anjel Larrañaga, el preparador de Getaria-Tolosa, negaba que remontar sea imposible.
«Es complicado, claro, pero no imposible. Al final, de la misma forma en que nosotras nos equivocamos en la ciaboga, a ellas les puede pasar lo mismo. Galicia Rías Baixas sabe que deberá hacer las cosas muy bien, o de lo contrario no ganará», anunciaba.
Kike Manterola, técnico de Zumaia, pedía mala mar para buscar la remontada de una «bandera perdida». En todo caso, «daremos guerra sea como sea», afirmaba.
Viento no muy fuerte y olas de medio metro, al parecer se trata de una previsión que pone en peligro la marca de la bahía donostiarra, en poder de Castro con 18.59.94, registro obtenido en 2006. La fuerza de Kaiku y Urdaibai es capaz de rebajar ese tiempo.
«¿Quién va a tener confianza si no la tenemos nosotros?», se pregunta el remero de Kaiku Iñaki Errasti. El preparador de Urdaibai, Juan Mari Etxabe, replica que «cada día que pasa, vamos a más». Los dos candidatos al triunfo rebosan de confianza en sus posibilidades.
Salvo la última plaza de la Donostiarra, la quinta y la tercera posición también se van a decidir después de sendas batallas que se prometen muy cerradas. Además, Tirán y Hondarribia también optan a imponerse en la tanda de honor.