Madrid sigue sin aclarar si pedirá el rescate e Italia dice que no lo hará
Tras el anuncio del Banco Central Europeo de que comenzará a comprar deuda de los países con problemas de financiación solo cuando estos lo soliciten, el Gobierno español seguía ayer sin aclarar si lo hará y se limitaba a señalar que estudiará «todas las probabilidades». Mientras, el ministro de Economía italiano, Vittorio Grilli, aseguraba que no está previsto que Italia pida ayuda al BCE.
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El Gobierno español podría continuar sin despejar la incógnita sobre su petición de rescate global al BCE hasta el próximo mes de octubre. Según algunas fuentes, la intención de Mariano Rajoy sería esperar a la celebración de las elecciones vascas y gallegas, el 21 de octubre, sobre todo teniendo en cuenta que en Galicia el Partido Popular se juega perder su feudo histórico.
A esta posibilidad contribuye el hecho de que la prima de riesgo se haya relajado en los últimos días, lo que permite al Estado español financiarse a menores costes en el mercado. En una sola semana, la prima de riesgo ha bajado 141 puntos básicos o el 25%, al pasar de 552,3 puntos básicos a 410,9.
A las declaraciones efectuadas el viernes por la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, en el sentido de que la decisión sobre la petición de ayuda al fondo de rescate europeo debe analizarse con calma y prudencia, ayer, la secretaria general del PP y presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, añadía que el Ejecutivo de Rajoy estudiará «todas las probabilidades, las posibles condiciones que se pongan por parte de las instituciones comunitarias y, pensando en el interés general, el Gobierno hará lo que tenga que hacer en el sentido de acudir a este mecanismo o no hacerlo».
Añadió que el Ejecutivo de Rajoy está demostrando que, «a pesar de no ser populares ciertas medidas, de no conseguir votos», está «pensando en el interés general, y no en el interés partidista». Añadió en este sentido que «se está haciendo lo mejor para nuestro país, y eso se recompensa en el ámbito europeo y también en el ámbito internacional». A su juicio, la prima de riesgo «está a la baja» porque el Gobierno «está demostrando» que «está haciendo lo mejor para nuestro país».
El Gobierno español ya indicó que tras el anuncio del BCE se abre un periodo de reflexión para el que necesita contar con todos los elementos de juicio, de los que aún no dispone. Añadió que no dará ningún paso hasta debatir este asunto la próxima semana con sus socios europeos en las reuniones del Eurogrupo y el Ecofin de los días 14 y 15.
Además del encuentro de los ministros de Finanzas de la zona del euro y de la UE, el Ejecutivo también esperará a conocer la decisión que el Tribunal Constitucional de Alemania tome este mismo miércoles con respecto al Mecanismo Europeo de Estabilización (MEDE), el fondo de rescate permanente, previa a su ratificación por parte del Ejecutivo.
«Mucho por hacer» en Italia
Mientras tanto, el ministro de Economía italiano, Vittorio Grilli, aseguraba ayer que no está previsto que Italia pida ayuda al BCE para que compre su deuda, coincidiendo con el encuentro del presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y el primer ministro italiano, Mario Monti, en Cernobbio.
Sobre el camino de Italia para salir de la crisis, Grilli consideró que «ha habido buenos resultados», pero agregó que no están aún «satisfechos».
«Estamos por el buen camino, pero queda aún mucho que hacer. Las dificultades sabemos todos cuáles son», agregó.
El presidente del Gobierno italiano, Mario Monti, explicó el viernes en una entrevista televisiva que era «prematuro» saber si Italia pedirá ayuda al BCE. No obstante, precisó que «en cualquier caso, no se trata de la ayuda que han pedido algunos países que no conseguían cuadrar sus cuentas».
Alemania y Finlandia insisten
En medio del debate sobre las peticiones de rescate y sus condiciones, el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, y el titular finlandés de Asuntos Europeos, Alexander Stubb, exigían a los países en crisis de la zona del euro que no descuiden sus esfuerzos de reformas, en declaraciones publicadas ayer por dos diarios alemanes.
«Los mercados aún no están seguros de que la zona del euro aguante», señala Schäuble en declaraciones adelantadas por el dominical «Bild am Sonntag» en las que subraya que «la crisis de confianza del euro solo será superada si no cedemos con las reformas».
Schäuble advierte de que «sería un grave error malinterpretar la decisión del Banco Central Europeo (de comprar deuda soberana de los países en crisis) en el sentido de que se pueden abandonar los esfuerzos. Lo contrario es lo correcto».
Tras exigir que los países en crisis reduzcan sus déficit presupuestarios e incrementen su competitividad, señala que «nosotros debemos abordar con rapidez las necesarias reformas institucionales en la Unión Europea y la zona del euro».
Por su parte y en declaraciones ayer al rotativo «Süddeutsche Zeitung», el ministro finlandés de Asuntos Europeos, Alexander Stubb, comenta que no desea ser calificado de «duro. No, los demás son demasiado flojos y eso debe cambiar».
«Nosotros (los finlandeses) conseguimos con un programa de ahorro en los años 90 sacarnos solos de una profunda crisis y consideramos que estaría bien que otros países hagan lo mismo», subraya Stubb.
Asimismo, recuerda que «hace veinte años la crisis bancaria regía en Finlandia; Suecia, Dinamarca y Holanda no eran mínimamente competitivas y Alemania era considerada la enferma de Europa. Ahora sucede al contrario y debemos ayudar al sur a sostenerse por sus propios pies», declara Stubb, quien advierte contra toda expresión de «arrogancia del norte» hacia los países del sur.
La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, señaló que el Ejecutivo de Rajoy «estudiará todas las probabilidades, las posibles condiciones que se pongan por parte de las instituciones comunitarias y, pensando en el interés general, el Gobierno hará lo que tenga que hacer en el sentido de acudir a este mecanismo o no hacerlo».
Las severas medidas de ajuste llevadas a cabo hasta la fecha en Portugal han demostrado que no han tenido efecto en la recuperación económica, antes al contrario, ya que la recesión se agrava, con una caída del PIB del 3,3% en el segundo trimestre, lo que ha llevado al Ejecutivo a anunciar más medidas de austeridad.
En su alocución del viernes, el primer ministro luso, el conservador Pedro Passos Coelho, señaló que las decisiones aprobadas el jueves por el Banco Central Europeo para comprar deuda de los países en apuros no bastan para garantizar el saneamiento de la economía lusa y anunció, entre otras medidas, un aumento del 11 al 18% en la contribución de los trabajadores a la Seguridad Social, y un descenso, del 23,75 al 18%, en la que grava a las empresas, para «incentivar» la inversión.
El aumento del descuento destinado a la Seguridad Social en siete puntos porcentuales afectará a todos los trabajadores, sean de entidades públicas o privadas de Portugal, que está sujeto desde hace más de un año a un severo plan de austeridad para cumplir las condiciones de su rescate financiero.
Los funcionarios, pero no los pensionistas, recuperarán en el ejercicio de 2013 una de las dos pagas extras anuales suspendidas y la recibirán de forma fraccionada, mes a mes, para mejorar su poder adquisitivo, según lo anunciado por el primer ministro.
Portugal tiene, además, dificultades para reducir este año el déficit fiscal al 4,5%, como le exigen las condiciones del rescate de 78.000 millones de euros que obtuvo el año pasado. GARA
Miles de personas se manifestaron ayer en Salónica, la segunda ciudad de Grecia, contra los nuevos recortes que planea el gobierno conservador de Antonis Samarás.
Los sindicatos y partidos de la oposición aprovecharon para manifestar su descontento la inauguración de la Feria Internacional de Comercio de Salónica, en la que participó Samarás, quien reiteró que el nuevo paquete de ahorro por valor de 11.600 millones de euros que exigen los socios europeos será el de «los últimos recortes dolorosos».
El primer ministro griego aseguró que «no hay otra vía» que estas nuevas medidas de austeridad -que se cebarán en las pensiones y los salarios públicos, según las últimas filtraciones a la prensa- y justificó su necesidad en que son imprescindibles «para que Grecia recupere su credibilidad».
El partido de izquierda Syriza acusó a Samarás de mentir, ya que ganó los comicios de junio con un programa de renegociación de las medidas de austeridad. GARA
La canciller alemana, Angela Merkel, está decidida a evitar a toda costa que Grecia abandone la zona euro, ante el peligro de contagio a otros países en crisis, según asegura la revista Der Spiegel en su próxima edición. La revista añade que Merkel es consciente de que con la salida de Grecia del euro Alemania perdería de manera automática 62.000 millones de euros de ayudas.