«The Economist» advierte a Rajoy de que los «bancos malos» no dan beneficios
GARA |
La revista británica «The Economist» advierte al Gobierno de Mariano Rajoy de que «no será fácil» que pueda cumplir su promesa de que el «banco malo» en el que se concentrarán los activos tóxicos de las entidades financieras pueda dar beneficios.
En su último número, la revista subraya que «rara vez» los bancos malos han logrado dar beneficios, por lo que no cree que el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, pueda cumplir su anuncio de que esta entidad «será viable y no tendrá pérdidas».
«The Economist» sostiene que la «experiencia» vista en otros países que ya utilizaron este modelo de banco malo «sugiere que no será fácil que pueda cumplir esas promesas». En concreto, el semanario recuerda el ejemplo del banco sueco creado en la década de los 90 que, a pesar de que su valoración general es positiva, supuso un coste de un 4% del PIB.
Otro ejemplo que recoge la revista es la Resolution Trust Corporation (RTC) creada en 1989 en Estados Unidos, que supuso un coste para los ciudadanos de casi 76.000 millones de dólares. No obstante, admite que hay otros ejemplos más positivos, como el Maiden Lane de la reserva federal de Nueva York que recogió los activos de Bear Stearns y AIG, y que en junio ya había devuelto el dinero invertido con intereses, por lo que se espera que acabe dando beneficios.
Una situación también positiva es la del banco malo británico que aglutinó parte de los activos de Northern Rock y todos los de Bradford Bingley que se espera también que cierre en beneficios.
Servir de lección
«The Economist» sostiene que estos precedentes deberían servir de lección para el Estado español, por lo que recomienda que el Gobierno sea «conservador» en la valoración de los activos, aunque eso suponga una mayor pérdida para las entidades.
Una segunda lección es que se tenga en cuenta que los intereses que se apliquen son «importantes». De esta forma, la revista recuerda al Ejecutivo que no debería prometer que el banco malo dará beneficios, sino que debería recordar a los ciudadanos que los bancos malos pueden tener éxito aunque acaben suponiendo pérdidas para el país.