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OCHOMILES Hito histórico

Por fin unen la arista Mazeno con el Nanga Parbat

Tras 18 días en la montaña, Sandy Allan y Rick Allen hacían cima el pasado día 15 de julio. Tras completar la kilométrica arista en estilo alpino, ascendían al ochomil por la ruta Schell. Dificultades de ED, grado III en general en la escala escocesa, con pasos de IV.

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Andoni ARABAOLAZA

Ha costado y mucho, pero, por fin, se ha cerrado el círculo a uno de los retos de larga resistencia para lograr un ochomil. Nos referimos a la unión de la arista Mazeno con el Nanga Parbat. Y los dos protagonistas han sido el escocés Sandy Allan y el inglés, aunque se considere escocés por pasar gran parte de su vida en esa tierra, Rick Allen.

Ambos completaban los 13 kilómetros de arista (oeste-suroeste) en 9 días, superando uno detrás de otro los ocho sietemiles que la componen. Y, tras firmarla, se unen a la ruta Schell para hacer cima. Eran las seis y cuarto de la tarde del 15 de julio. Los dos alpinistas se hacían con otro hito histórico del ochomilismo. Una actividad que, como afirman sus protagonistas a GARA, está algo pasado de moda: «Las nuevas rutas en los ochomiles de hoy en día tienden a ser líneas directas y técnicamente difíciles. Este tipo de retos de larga resistencia no se hacen en la actualidad; casi se remontan a una época anterior. No existen muchas rutas de 18 días en picos de 8.000 metros con la que compararla. Está en la misma categoría que la travesía soviética del Kangchenjunga de 1989; una categoría de dos».

18 días en total en la montaña para un viejo proyecto de Allan y Allen, y es que ambos ya conocían en parte el recorrido tras participar en dos expediciones diferentes; concretamente Allan en 1992 en una expedición dirigida por Doug Scott y Allen tres años más tarde compartiendo cuerda con, entre otros, Voytek Kurtyka y Andrew Lock.

Y ya que hemos citado a Scott, adelantamos que esta expedición la ha patrocinado el propio alpinista histórico en la que han participado, aparte de los dos protagonistas, la sudafricana afincada en Andorra Cathy O´Dowd y los sherpas de Nepal Lhakpa Nuru, Lhapka Rangduk y Lhakpa Zarok. Tras finalizar la arista Mazeno hasta el último collado bajo la cima, a unos 7.200 metros, el cuarteto decidió descender.

Si echamos un vistazo a los intentos a este reto que se han llevado a cabo desde 1970 con el primer ataque del francés Louis Audoubert, llama la atención la participación de una alpinista femenina. Le preguntamos sobre esta misma cuestión a la propia O´Dowd y esta es su respuesta: «Hoy en día hay un montón de mujeres practicando montañismo de altura, pero sigue siendo en gran medida una actividad masculina. Afortunadamente disfruto de la compañía de hombres. Intentar una nueva ruta en un ochomil era una oportunidad que no podía desaprovecharla. La arista Mazeno es espectacular. Pasar tanto tiempo en ella, moviéndonos a lo largo de ella día tras día, fue una experiencia única en mi vida. Me encantó el compromiso, el aislamiento, las vistas asombrosas... Lo decepcionante fue no hacer cumbre con mis compañeros, pero esta actividad me ha dado más de lo que esperaba, y estoy feliz por regresar sana y salva. En general estoy muy contenta con mi rendimiento».

Dieciocho días

El relato de la espectacular actividad da para mucho, podemos asegurar que tiene tintes épicos sobre todo en sus últimas jornadas: las de cima y descenso.

En nueve días recorrían la arista Mazeno, un hecho nada nuevo ya que había sido resuelta en el 2004 por los estadounidenses Doug Chabot y Steve Swenson. Esta cordada encontró condiciones excelentes y en estilo alpino llegaba hasta el collado Mazeno a unos 6.940 metros tras superar dificultades de VI M4 y AI3.

Los protagonistas de estas líneas terminaban la arista (salían del CB de la vertiente Rupal) el 10 de julio y montaban las tiendas en la brecha, después de 11 horas de escalada complicada por los pináculos, es decir, el punto clave de la arista. El 11 llegan hasta los 7.200 metros, y vuelven a montar las tiendas para al día siguiente salir a cima. El 12 parten hacia la 1 de la madrugada y en la oscuridad siguen rectos cuando deberían haber hecho travesía por la izquierda. Al amanecer están en la arista que separa las caras Rupal y Diamir. El tiempo era malo, con mucho viento, pero tenían un problema añadido: tras diez días de escalada, cargando con todo su equipo y material, casi no tenían provisiones. Partieron con alimentos para 8 días, estirables a 10.

A las 7, O´Dowd se da la vuelta con Nuru. Los otros cuatro siguen, pero a 7.950 metros, base de la pirámide cimera, deciden bajar hasta donde está su compañera ya que no tienen tiempo para hacer cima y bajar. Ya habían decidido que descenderían al base por la ruta Schell a la jornada siguiente, pero Allan y Allen lo vuelven a intentar.

Mientras tanto, la sudafricana y los sherpas se retiran del objetivo de ir a cima y emprenden un descenso muy duro: se desvían de la vía, a O´Dowd le alcanza un bloque de hielo, Rangduk se tuerce el tobillo, sufren las caídas de seracs, una gran avalancha arrasa la cuenca por donde descendían... Pero, afortunadamente, el cuarteto llega sano y salvo al campamento base.

Por su parte, los otros dos compañeros salen para cumbre con un infiernillo, algo de comida y un cartucho. Eso sí, sin tienda. El 14 llegan sólo hasta los 7.700 metros y cavan una cueva para vivaquear. Al día siguiente siguen hacia la cumbre. Llegan al plateau cimero hacia las dos de la tarde y a las 18.12 alcanzan la cumbre principal.

Quedaba el descenso. Bajan hasta la cueva de nieve, pero no pueden hidratarse ya que no les funcionan las cerillas. Hasta llegar al campo base no pudieron beber. A diferencia de sus compañeros, Allan y Allen descienden por la ruta Kinshoffer, vertiente Diamir. Quieren llegar hasta el C1, pero sólo llegan hasta 7.400 metros donde cavan una cueva muy mala. La nieve es muy profunda, con muchas avalanchas, y Allen se encuentra muy mal. La cordada pide que se les rescate en helicóptero, pero están demasiado altos. El 17 Allen ya se encuentra mejor, siguen bajando abriendo huella en nieve muy profunda y llegan a 6.500 metros sobre el técnico destrepe de la vía. Por culpa de la mala visibilidad no consiguen localizar la ruta y hacen vivac a pelo en una repisa.

En el muro Kinshoffer, los alpinistas se encuentran con miembros de una expedición checa, quienes les dan comida y bebida; llevaban tres días sin ingerir líquido. Rapelan el muro y llegan al C1 casi a las 11 de la noche. Tras dormir en las tiendas de los checos, bajan hasta el campo base en compañía de los porteadores enviados en su ayuda. En ese momento terminaron las penurias de los dos grandes protagonistas de este verano en las actividades a ochomiles.

Una actividad de larga resistencia y difícil catalogada de ED en grado alpino; en general grado III en la escala escocesa, con algunos tramos de IV.

histórico

Sandy Allan y Rick Allen han sido los protagonista de este hito en el ochomilismo tras escalar la arista Mazeno y unirla con la cima del Nanga Parbat.

18 días

La actividad se desarrolló en estilo alpino. La catalogan de ED, en general grado III en la escala escocesa, con tramos de grado IV de dificultad.

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