«Tres, dos, uno. Cámara y... ¡acción!». Ni en el mejor guión de una película había visto escrito Fernando Alonso (Ferrari) lo que ocurrió ayer en el GP de Italia disputado en el circuito de Monza. Y es que, el triunfo de Lewis Hamilton (McLaren), acompañado por el tercer puesto del asturiano y líder del Mundial, más los abandonos de los Red Bull de Vettel y Webber, provocó una escabechina en la clasificación general de pilotos, y todo en beneficio del español.

El inglés de McLaren no tuvo oposición alguna para adjudicarse su tercera victoria de la temporada 2012. Después de cruzar la línea de meta en primera posición en la carrera más rápida de lo que va de año, Hamilton se suma a la lucha por el campeonato al subir hasta la segunda posición del Mundial, superado solo por el asturiano, que aventaja en 37 puntos a su excompañero de escudería.

El abandono que sufrió Alonso en la última carrera debido a un accidente múltiple provocado por Romain Grosjean hizo dar un paso atrás al de Ferrari en su lucha por hacerse con el tercer campeonato de la Fórmula Uno. Además, la mala clasificación del sábado -logró el décimo mejor tiempo-, no daba motivos para la esperanza en el objetivo de recuperar los puntos perdidos siete días atrás. Sin embargo, la mala suerte de Spa se tornó en excelente en el circuito de casa para Ferrari. Fue el propio Alonso quien mejor describió lo acontecido al indicar que la carrera fue «como una película o como un sueño».

Buena salida de Massa

Si la calificación del día anterior no fue buena personalmente para él, sí que lo fue para su compañero de escudería Felipe Massa. El brasileño partía desde la tercera posición, y ya en la salida superó a Jenson Button (McLaren) para colocarse segundo, por detrás de Hamilton.

Como suele ser habitual, los primeros metros fueron escenario de peleas para lograr las mejores posiciones. En esas, fue el otro Ferrari quien adelantó puestos. Nada más apagarse los semáforos, Alonso superó a Paul di Resta (Force India) y poco después a Kamui Kobayashi (Sauber). Siete vueltas después, en la recta principal, se las vería con el alemán Michael Schumacher (Mercedes), a quien superó gracias a una mayor velocidad.

Las primeras entradas a boxes dejaron al mexicano Sergio Pérez (Sauber) como líder de la prueba -aún no había hecho su parada-. Más atrás, Vettel y Alonso, que habían entrado juntos a cambiar sus gomas y casi se tocaron en el pit lane, mantenían una interesante pugna por el noveno y el décimo puesto.

Tal era la pelea, que el de Ferrari casi se sale fuera de la pista cuando intentaba adelantar al de Red Bull en una recta y este realizó una maniobra peligrosa al cambiar de dirección -posteriormente fue sancionado con un paso por la calle de talleres-. No fue hasta la vuelta 29 cuando superó al piloto germano.

En ese momento, la prueba estaba liderada de nuevo por Hamilton, quien había superado a Sergio Pérez antes de que parase en boxes, seguido de Button, Massa y Alonso. Sin embargo, la película comenzó a tomar otro aspecto positivo para el asturiano y líder del Mundial.

Primero era Button quien tenía que abandonar, lo que le dejaba en el tercer cajón del podio. Después, Vettel se iba hasta el noveno puesto por su drive through. Y, por último, Massa no ponía ningún impedimento para que Alonso lo adelantase.

Sin embargo, el largometraje sufrió un nuevo giro, ya que Sergio Pérez, apodado esta vez como Speedy González, irrumpió fuerte al final. Al mexicano le faltaron unas pocas vueltas para llevarse su primera victoria en la Fórmula Uno después de superar a Massa y Alonso.

Al final la película dejó un sabor muy dulce para unos y bastante amarga para otros.