El creciente malestar social por el aumento de los precios de los alimentos y el combustible, concretado en manifestaciones de miles de personas durante los últimos días o el bloqueo ayer del centro de Ramala por cientos de camiones, ha llevado al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, a pedir a Israel que renegocie el protocolo que regula sus relaciones económicas.

«He comunicado al Gobierno israelí, a través de su Ministerio de Defensa, la petición oficial de reabrir el protocolo de París, que es incompatible con la actual situación económica», afirmó el ministro de Asuntos Civiles, Hussein al Cheik.

Las protestas dirigen sus críticas al primer ministro, Salam Fayad, cuyo Gobierno se reunió ayer con representantes del sector empresarial y la sociedad civil para discutir la crisis financiera.

El acuerdo de París, firmado en 1994 tras los acuerdos de Oslo, supone limitaciones para la actividad económica palestina y prevé que Israel se encargue de gestionar los impuestos de la Autoridad Palestina, que suponen dos tercios de sus presupuestos. Por otro lado, la Fundación Yaser Arafat expresó ayer que «no son necesarias más pruebas» para confirmar que el histórico líder palestino murió en 2004 por envenenamiento.

La Fundación hizo esta declaración tras anunciarse que un equipo francés exhumará sus restos para investigar las circunstancias de la muerte.

«La Fundación confirmó firmemente que la muerte de Yaser Arafat no fue por causas normales y que fue el resultado de un asesinato con un material venenoso que no fue verificado en su momento», indicó en un comunicado.