Arnaitz GORRITI

Ondiñas veñen / ondiñas veñen / ondiñes veñen e van / non te embarques rianxeira / que te vas a marear. Esta canción, compuesta por Xesús Frieiro Dourado, «Pinciñas», cuentan, fue compuesta en 1947 y estrenada un año después por el Coro Castelao de la ciudad de Buenos Aires, aunque su estreno oficial fue en 1950. Se dice de esta canción que es «himno no oficial» de Galicia. También podría decirse que es el «himno no oficial» de la Bandera Femenina de La Concha

Cinco de cinco, que se dice pronto. La trainera galaica le tuvo que dar a los remos sin desmayo, pero pudo controlar su ventaja de la semana pasada para imponerse sin mayores agobios. En esta ocasión fue la «Telmo Deun» de Zumaia su más duro rival. De hecho, las patroneadas por Nagore Osoro se impusieron en la segunda jornada de la V Bandera Femenina, logrando el récord del campo de regateo a una jornada -superando en dos centésimas la marca de Rías Baixas del año pasado- y ascendiendo a la segunda posicón de la general. A falta de pan, buenas son tortas.

Reñida y atractiva

La vasta experiencia de las remeras gallegas hacía improbable una voltereta en la regata femenina. Al fin y al cabo, sus casi 10 segundos de renta sobre Getaria-Tolosa y los más de 14 sobre Zumaia -por no hablar de los 20 a Pasai Donibane-, en el contexto de una regata con buena mar, suponían un notable colchón de seguridad para las galaicas. Con la sabia mano de María Gil en el timón, la «Rianxeira» llevó el control de la regata sin mayores sobresaltos. Si acaso, la muy fácilmente superable lástima de no haberse llevado la victoria también en la jornada de ayer.

Simplemente, ayer Zumaia fue un poco mejor. La calle uno volvía a ser la peor de todas -aunque sin excesiva incidencia- y esa «china» le tocaría a la «Esperantza» de Getaria-Tolosa. Con todo, las de Olatz Aldalur también bogaron con mucha garra, al igual que una Pasai Donibane que no se limitó a cumplir el expediente. Las patroneadas por Inder Paredes aún son la cuarta fuerza en discordia, pero quién sabe si no van a arrimarse pronto a los puestos de cabeza, ya que se está viendo que su trabajo con su tripulación está siendo bueno.

Solo la falta de emoción restó algo de valor a una regata por lo demás muy atractiva. Las cuatro embarcaciones llegaron a la ciaboga en menos de cuatro segundos de margen, con las patronas dejándose la voz y las remeras disfrutando de una jornada casi de fiesta pese a la competición.

Un regreso en pleno delirio

«No sé ni lo que les he dicho a las chicas. Luego veré la regata, a ver si me río un poco de mí misma. Lo único que sé es que me he dejado la voz a grito pelado», decía Nagore Osoro al llegar a puerto la «Telmo Deun».
Zumaia, dominadora real de la temporada femenina pese a no poder llevarse ni el Campeonato de Euskadi ni la Bandera de La Concha, quiso decir adiós a esta campaña llevándose el triunfo. «No todos los días se impone una en la tanda de honor de La Concha», recordaba la patrona de Ondarroa.

Ciertamente, la «Telmo Deun» quería quitarse la espina de la mala regata realizada el pasado domingo. Así que tras liderar la prueba en el primer largo, decidieron darlo todo tras la ciaboga. Galicia Rías Baixas no le perdió la cara y se agarró a la estela de la «Telmo Deun», mientras que Pasai Donibane y Getaria-Tolosa cedían un poco.

Con la bandera ya decidida, había que definir los puestos en la general final, de modo que la «Esperantza» y Zumaia se envolvieron en una especie de pelea a distancia en pos del segundo cajón del podio. Tras un muy apretado final, Zumaia se llevó la regata de ayer, marcando el mejor tiempo de las regatas de La Concha -Galicia Rías Baixas hizo lo propio con el tiempo conjunto de las dos regatas- y superando a Getaria-Tolosa por un segundo y medio.

La fiesta estallaría tras superar la meta. Las galaicas apenas podían contener emoción, mientras la trainera de Zumaia también festejaba el triunfo parcial y el salto clasificatorio.
Camino al muelle, ambas embarcaciones se felicitaron y reconocieron victoriosas, en un fin de fiesta entrañable que acabaría con el bote galaico celebrando su nuevo éxito -una remera escuchó el cumpleaños feliz desde las tostas- con emoción, y las gargantas rasgadas tras entonar a viva voz otra vez la «Rianxeira», himno no oficial en la Bandera Femenina de La Concha, como corresponde a la ganadora, que sigue con su dominio, por mucho que sus rivales las obliguen a no aflojar.