(Traducción: GARA)

Los ciudadanos y las ciudadanas de Catalunya demostraron ayer que en este punto de la historia nacional el logro del Estado propio es el objetivo central de la población. Los agentes políticos tienen desde hoy mismo la obligación moral de trabajar por esta reclamación popular hasta que, como mínimo, se consiga que el país pueda decidir libremente si quiere continuar en España. (...)

Calibrar erróneamente la importancia de la movilización de la Diada puede ser letal tanto para los intereses de Catalunya como para el propio Estado español. En las semanas que se avecinan el presidente de la Generalitat, Artur Mas, y el del Gobierno español, Mariano Rajoy, deberán hacer un esfuerzo de negociación como probablemente nunca se haya hecho en la historia de los dos pueblos. Hay que abrir un diálogo presidido por la sensatez, evitando las actitudes prepotentes y siempre teniendo presente lo que pide masivamente la ciudadanía. Si alguna de las partes aún no lo tiene claro, que se lo pregunte a las urnas para despejar dudas, pero ningún proceso político que empiece hoy puede hacerse ni de espaldas ni contra la opinión del millón y medio de catalanes y catalanas (...).

El Punt Avui iza la estelada en señal de sintonía con el sentimiento general (...). Un gesto cívico modesto pero decidido para demostrar que paralelamente a la política es necesario que la sociedad civil mantenga firme el compromiso.