Juanma Hernández Agudo Ekologistak Martxan Iruñea
El privilegio de la jaula
La conmemoración del Privilegio de la Unión ha cosechado un nuevo éxito a tenor de la alta asistencia de gente a sus diferentes actos. El mercado medieval también es una buena idea para dar a conocer nuestro pasado, mostrar y vender productos artesanales y de paso favorecer el comercio del Casco Viejo, amenazado en los últimos tiempos por las grandes superficies comerciales.
Ahora bien, para dar a conocer modos de vida antiguos ¿qué necesidad hay de inmovilizar rapaces a postes y enjaular animales salvajes, muchos de ellos protegidos y en peligro de extinción? Además de los mamíferos carnívoros más pequeños como el hurón, el coatí, la mofeta y el zorro, me resultó especialmente triste ver un lince encerrado en una minúscula jaula, en la que apenas podía moverse, estresado por la muchedumbre que lo rodeaba, todo ello a pleno sol, a más de 30 grados sobre el pavimento de la Plaza de San Francisco. Por cierto, muy cerca de la estatua de San Francisco de Asís, patrono de los animales.
Nuestra legislación prohíbe la posesión y exhibición pública de fauna silvestre. Flaco favor le hacemos al conocimiento y respeto de esta ley cuando mostramos animales enjaulados aunque sea con el pretexto de que este mercadeo fuese habitual en el medievo. La horca también lo era y hoy afortunadamente no reproducimos aquellos ajusticiamientos en nuestras plazas.
Espero que este escrito sea leído y tenido en consideración por los responsables del Ayuntamiento para que este lamentable espectáculo no se vuelva a repetir en ediciones posteriores del Privilegio de la Unión.
Tras años de ausencia en las pantallas, Televisión Española ha vuelto a emitir en directo una corrida de toros, saltándose «a la torera» su propia normativa interna que impedía los espectáculos de maltrato animal en horario infantil. Animales enjaulados junto a las escuelas de San Francisco y corridas de toros en la televisión pública española. ¿Esto es educación para la chavalería?