ATHLETIC Visita al Espanyol
El hambre y las ganas de comer
Los rojiblancos quieren dar el carpetazo definitivo a su mal arranque ante un rival que todavía no ha sumado un solo punto.
Amaia U. LASAGABASTER
Del balón de oxígeno a la normalidad. Ese es el trayecto, interrumpido por el balón liguero, que espera recorrer el Athletic. Tras un verano tormentoso, aliviado a duras penas por la clasificación continental, y un descorazonador arranque liguero, la visita del Valladolid a San Mamés permitió a los rojiblancos volver a respirar. Pero el lastre de las dos primeras jornadas se deja notar todavía, tanto como para que un tropiezo devuelva al equipo a la zona pantanosa de la clasificación, ante lo que la única solución pasa por otro buen resultado que dé el carpetazo definitivo a los tiempos de penurias y normalice la situación de la escuadra bilbaina, metiéndola ya de lleno en una dinámica con las tensiones, además de derivadas exclusivamente del ámbito deportivo, justas.
Para complicarlo, por mucho que, como subraya el repertorio de tópicos, todos los partidos sean diferentes o las estadísticas estén para romperlas, el Athletic lo intentará en uno sus desplazamientos malditos. Tanto, que han pasado ya tres lustros desde que celebrara su última victoria frente al Espanyol. Fuera el escenario Sarriá o Cornellà, sus últimas catorce visitas al cuadro periquito se han saldado con una decena de derrotas y apenas cuatro empates.
Aunque, probablemente, la mayor dificultad de la jornada pase por la situación del rival. Porque hoy se dan cita el hambre y las ganas de comer. Si el equipo de Marcelo Bielsa sigue necesitado de alegrías, qué decir del Espanyol, que ha sido incapaz de sumar un solo punto en las tres primeras jornadas y al que solo el golaverage salva de ostentar el farolillo rojo. Dato, por cierto, a tener en cuenta, porque los blanquiazules, pese a acabar sucumbiendo, han sido capaces de marcar en sus tres partidos. Y hoy reciben a un Athletic que, con sus nueve tantos en contra, es el más goleado de Primera División.
Un detalle al que Bielsa, probablemente, da bastante más importancia que a la racha de su equipo en territorio perico o a las penurias de su anfitrión. «Es difícil interpretar cosas que han pasado a lo largo de catorce años y darles un denominador común, aunque nuestra ilusión es poder ganar, al margen de los antecedentes», aseguraba respecto a lo primero y «nosotros siempre juzgamos nuestras propias necesidades, que son altas y significativas -afirmaba respecto a lo segundo-. No creo que sea necesario interpretar la necesidad del rival porque nos alcanza con las nuestras». Más le importa el tipo de rival con el que se va a encontrar un Espanyol que, sabiendo quién lo dirige, tendrá «buen trato de pelota y una tendencia marcada a la posesión y al ataque».
Que viene a ser algo parecido, quizá multiplicado, a lo que espera Pochettino del Athletic, un «rival peligroso, que presiona, es muy vertical, muy intenso y nos va a exigir mucho. Es uno de los mejores equipos de la Liga. Y con jugadores que pueden desbordar y ante los que debemos estar alerta». Habrá que ver cuál de los dos se impone, el hambre o las ganas de comer.
Bielsa viaja a Barcelona con un grupo de 19 jugadores en el que ha incluido dos novedades, Fernando Amorebieta y Fernando Llorente. El damnificado es Igor Martínez, que se cae de la lista. El central, además, se convertirá en la única novedad del once, en el que sustituirá a Borja Ekiza.
Recién comenzada su décima temporada en el primer equipo, Andoni Iraola disputará hoy su 400º encuentro como rojiblanco, una cifra que solo superan otros 14 jugadores. Si no hay sorpresas y le respetan las lesiones, acabará la temporada en el «top ten» que encabeza José Ángel Iribar, con 614 encuentros.
Se esperaba la noticia y, efectivamente, se produjo. Los dos Fernandos entran en la convocatoria de Marcelo Bielsa, aunque Amorebieta lo hace para formar parte del once titular y Llorente para sentarse -a no ser que, teniendo en cuenta que fueron 19 los hombres que viajaron a Barcelona, sea el descartado de última hora- en el banquillo.
La inclusión del ariete en la expedición es, sin duda, la gran noticia en la previa del choque. Había participado, en ambos casos saltando al campo en el descanso, en los dos encuentros de la eliminatoria europea frente al Slaven, pero el mal ambiente generado a su alrededor una vez hecha pública su decisión de no renovar y la evidencia de que el ánimo del jugador tampoco era el óptimo -aunque en alguna ocasión hayan sido los problemas físicos los esgrimidos por Bielsa- había generado dudas sobre la posibilidad de que volviese a vestirse de corto con el Athletic. Se venían disipando esta semana y lo hicieron definitivamente ayer, cuando el técnico confirmó que viaja con el resto del equipo, aunque también que la plaza de delantero titular será para Aritz Aduriz.
Es previsible, con todo, que dispute sus primeros minutos en Liga. Lejos del ambiente que, también previsiblemente, puede seguir enrarecido a su alrededor. Una buena manera de ir recuperando al delantero, aunque Bielsa lo achaca a la casualidad. «Siguiendo la preparación y los vaivenes que ha tenido Llorente en el último tiempo, se ve que cuando ha tenido continuidad en la preparación, yo he optado por él, con independencia de que jugáramos de local o de visitante -recordó-. De ninguna manera creo que el hecho de jugar de local sea un condicionante que facilite o debilite sus posibilidades».
El choque de Cornellà también será el del regreso de Fernando Amorebieta, que desde que pasó por el quirófano el pasado mes de julio solo se había vestido de corto la semana pasada, para disputar una hora del amistoso en Valladolid -en el que también participó Aurtenetxe que, sin embargo, tampoco viaja en esta ocasión-. Regreso con inclusión en el once, en el que sustituirá a Borja Ekiza, tal y como confirmó Bielsa. El resto del equipo será el mismo que celebró la primera victoria liguera hace dos semanas.
En lo que respecta al Espanyol, Mauricio Pochettino sigue con la enfermería llena, pero al menos podrá contar con Joan Verdú, pese al esguince que sufrió hace dos semanas. A.U.L.