La dispar y débil oposición rusa vuelve a desafiar a Putin en las calles de Moscú
La oposición a Putin logró salvar la cara al sacar a la calles en Moscú a miles y miles de partidarios tras el parón estival. La «Marcha de Millones» tuvo escaso, por no decir nulo, eco en el resto del país, lo que confirma que se trata de un movimiento minoritario y focalizado.GARA |
El conjunto del arco opositor ruso -desde nostálgicos del zarismo hasta anarquistas- se manifestó ayer en la superpoblada capital rusa (12 millones de habitantes). AFP dio por buena la estimación de 40.000 manifestantes. La Policía los limitó a 15.000 y los convocantes la elevaron a 150.000 personas.
Habida cuenta de que muchos analistas preveían un fracaso, se puede decir que cumplió, aunque la participación fue inferior a las grandes manifestaciones del invierno pasado, cuando el anuncio de Vladimir Putin de que optaba a un tercer mandato y las acusaciones de fraude en las legislativas provocaron una contestación sin precedentes desde hace un decenio.
La marcha partió desde la plaza Pushkin y recorrió la avenida Sajarov. Se dividió en dos columnas a los dos lados del bulevard. Una, plagada de banderas rojas, estaba encabezada por Sergei Udaltsov, del Frente de Izquierda. La otra estaba liderada por el ex campeón de ajedrez Gari Kasparov y por el bloguero Alexei Navalny, conocido por sus relaciones con movimientos panrusos. En esta segunda columna desfilaban liberales junto con militantes vestidos de negro y con gafas de sol que portaban una gran bandera con los colores negro, amarillo y blanco de la Rusia imperial.
Primera marcha desde junio y tras el parón estival, los organizadores insistieron en invitar a la gente «a perder el miedo y a salir a la calle», en palabras del liberal y ex primer ministro Mijail Kasianov.
El protagonismo fue para el diputado de Rusia Justa (socialdemócrata) Guenadi Gudkov, quien la víspera vio cómo le retiraban el acta parlamentaria por «actividades incompatibles con su función». Como si fuera el único que se lucra con negocios fuera de la Duma.
Esclusivamente capitalino
Si bien es cierto que la oposición ha logrado unirse en torno a un programa de mínimos -dimisión de Putin, elecciones anticipadas y libertad para los presos políticos-, no lo es menos que se trata de un fenómeno circunscrito a Moscú.
La «Marcha de Millones» congregó a 2.000 personas en San Petersburgo. Aún menores fueron las convocatorias en Nizhny Novgorod (centro), Ekaterimburgo (Urales) o Vladivostock.
Caída de beneficios, investigación de la UE, auge de la competencia... los problemas se amontonan en torno al gigante Gazprom, puntal de la economía rusa, que arrastra problemas financieros y ve su posición cada vez más debilitada.
El grupo gasero ha anunciado un descenso de un cuarto de su beneficio neto en el primer trimestre de 2012 respecto al mismo período del pasado año.
Bruselas ha anunciado además la apertura de una investigación por prácticas contra la competencia.
Gazprom ha anunciado que dejará de comprar gas a productores privados rusos por la inestabilidad de la demanda interior y ha prácticamente abandonado uno de sus proyecto estrella en el Artico ruso.
«Por primera vez desde 1998, el año de la peor crisis económica que ha conocido Rusia desde la desaparición de la URSS, Gazprom afronta serios problemas financieros. Todo apunta a que Rusia ha sobreexplotado al gigante durante mucho tiempo, e incluso lo ha utilizado como ariete en política internacional.
Tiene rivales fuera, con la emergencia del gas de esquisto o el gas natural licuado, y en el interior, con compañías emergentes como Novatek. GARA
Cuatro guerrilleros y un policía ruso murieron en el asalto a una casa «sospechosa» en Daguestán. La vivienda cercada en la localidad de Jutraj (en el norte de Daguestán) fue reducida a cenizas