Al menos diez soldados murieron y medio centenar seguían desaparecidos tras el naufragio el miércoles en el río Nilo de un barco militar alcanzado «accidentalmente por fuego amigo» y con 170 uniformados a bordo.

«El barco navegaba de noche y pasó por el puesto de control de Lul, que intentó detenerlo y disparó sobre la nave».

Por contra, los rebeldes del Ejército de Liberación de Sudán del Sur reivindicaron el hundimiento del barco en un enfrentamiento. Juba, que calificó de «falsa» esta reivindicación, acusa a la guerrilla de estar apoyada por Jartum, con el que las relaciones son muy tensas desde que Sudán del Sur declaró su independencia en julio del pasado año.

Ambos países se enfrentaron en primavera por cuestiones fronterizas y petrolíferas.