Miles de personas instan al PP a convocar una consulta sobre el ajuste y el rescate
Una multitudinaria protesta exigió al Gobierno español que convoque un referéndum sobre su programa de recortes y el rescate que podría pedir en los próximos meses. Tanto UGT como CCOO aseguraron que están dispuestos a convocar una segunda huelga general en el Estado español en caso de que Mariano Rajoy no acceda a esta consulta. La marcha de ayer constituyó el primer termómetro para un otoño que se prevee cargado de movilizaciones.
Alberto PRADILLA |
Un referéndum sobre las políticas de hachazo social y el previsible rescate. Esta fue la exigencia principal de las miles de personas que ayer colapsaron Madrid en la primera gran protesta del inicio del curso en el Estado español. La marcha fue convocada por la Cumbre Social, una plataforma promovida por UGT y CCOO (junto a 150 organizaciones sociales) y que fue la alternativa presentada por ambas centrales a quienes abogaban por una nueva huelga general tras el paquete de recortes aprobado en julio. Ayer, Ignacio Fernández Toxo, secretario general de CCOO, volvió a amagar con la convocatoria de un paro en el Estado español. «La llave la tiene el Gobierno», aseguró, advirtiendo que habrá una segunda huelga si el Gobierno español no pregunta sobre su programa económico. Un aviso que no preocupa al ministro de Economía, Luis de Guindos, que insistió, desde la reunión del Ecofin que se celebra en Chipre, en que la doctrina de la austeridad es la única receta válida.
Al margen de las cifras (los convocantes no dieron números mientras que la delegación del Gobierno español se atrevió a limitar la asistencia a 65.000 personas), la convocatoria de ayer fue la continuación de la gran marcha que tuvo lugar en Madrid el 19 de julio. Y sirvió para situar en la agenda uno de los principales ejes de la izquierda española para el presente ejercicio: la convocatoria de un referéndum sobre las políticas del Ejecutivo del PP. También se volvió a hablar sobre una futura huelga general en el Estado español, aunque ni UGT ni CCOO llegaron a definir plazos. Las consignas a favor de un paro fueron constantes durante todo el recorrido, aunque está por ver si las dos principales centrales españolas responden positivamente a esta demanda.
«Devolver la palabra»
«Es el tiempo de devolver la palabra a la ciudadanía», aseguraron Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, secretarios generales de CCOO y UGT. Lo que no hicieron fue poner fecha para la huelga general. Cabe recordar que ninguna de estas centrales se ha sumado al paro convocado por la mayoría sindical vasca para el próximo día 26. Quien sí ha llamado a una jornada de movilizaciones laborales es CGT, quien anunció ayer la convocatoria de una jornada de huelga para el 31 de octubre.
Esta central participó en una marcha alternativa que también transcurrió por Madrid. El grueso de los manifestantes, sin embargo, tomaron parte en alguna de las cuatro columnas que confluyeron en la plaza de Colón. Ese fue el epicentro donde se reunieron los diferentes bloques que representan a colectivos concretos: la «marea verde», para la educación, la «blanca», de los sanitarios, la «negra», de funcionarios y la «morada», de las mujeres. Además, por las calles de la capital del Estado desfilaron bomberos, mineros... y hasta policías, que comienzan a convertirse en habituales en las marchas contra los recortes.
También hubo representación política. Cargos de IU, Equo y PSOE se sumaron a la convotaria. Paradójicamente, la formación que lidera Alfredo Pérez Rubalcaba se ha opuesto a la convocatoria de un referéndum sobre el rescate y defiende que es el Congreso quien debería decidir sobre la intervención.
Por su parte, el PP respondió a la marcha reafirmándose en el camino del recorte. Tanto De Guindos como María Dolores de Cospedal aludieron directamente a la protesta alegando que no modificarán su programa de ajuste. Más argumentos para una Cumbre que advierte que lo de ayer solo es el inicio.
Diversos autobuses partieron desde Euskal Herria para tomar parte en la protesta. En concreto, unas 2.000 personas llegaron desde Nafarroa, mientras que de la CAV no se ofrecieron datos concretos
Falange y diversos grupos de ultraderecha se manifestaron por la tarde «contra la banca, los políticos y los sindicatos». La marcha comenzó en Ferraz, en la sede del PSOE y finalizó en Génova, junto al cuartel general del PP.
Cuatro personas fueron arrestadas ayer cuando portaban una pancarta que llamaba a la protesta de «Ocupa el Congreso», que llama a la ciudadanía a rodear la Cámara española el próximo 25 de septiembre. Según indicaban las agencias españolas, la delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, justificó los arrestos argumentando que estas cuatro personas no habían querido identificarse, por lo que fueron acusados de «desobediencia». Sin embargo, a nadie se le escapa que la cercanía del 25S ha motivado el nerviosismo del Ejecutivo del PP, que llegó a calificar de «golpistas» a los promotores de la marcha. A última hora de la tarde, y después de declarar, los arrestados fueron puestos en libertad.
El blindaje policial de determinados edificios evidencia la creciente tensión que vive la capital del Estado español. Ayer, cientos de personas trataron de acceder a la sede del PP, ubicada en la calle Génova, a escasos metros del lugar donde concluyó la marcha. Un fuerte cordón policial, compuesto por decenas de agentes antidisturbios, se lo impidió. «Estamos en paro, tenemos tiempo», argumentaba una de las participantes en la protesta. Pocas horas después la marcha espontánea fue disolviéndose y para las 15.00 horas apenas quedaba nadie frente al cuartel general de la derecha española.
La misma escena se repitió en los alrededores del Congreso, donde la valla metálica y los policías se han convertido en parte del paisaje desde principios de verano. Allí, otro grupo de manifestantes trató de acceder al exterior de la Cámara pero el impresionante despliegue policial se lo impidió. A. PRADILLA
