Setmana del llibre en catalá, Oxígeno para un paciente en muy mal estado
La Setmana del Llibre en Català celebra su 30ª edición en un contexto de dificultad para el sector, que busca reinventarse en un contexto de caída de las ventas.
Xavi PRERA
La Setmana del Llibre en Català que se cierra hoy en Barcelona ha buscado dar oxígeno a un paciente al que se le acumulan las enfermedades. El sector trata de sobrevivir a un momento muy delicado, en el que a problemas estructurales -como los bajos índices de lectura- se suma una crisis que ha hecho caer el consumo en un 20%.
En el caso de las librerías la tormenta, si no es perfecta, se le parece. A unos años en que la ilusión del crecimiento llevó a más de uno a ampliar el negocio ha seguido una caída brusca del consumo, de más del 20%. Algunas han caído o están a punto de hacerlo. Tras algunos cierres sonados en los últimos tiempos, la última mala noticia ha llegado este verano de Mataró, donde en un intento desesperado por sobrevivir, la librería Robafaves ha hecho un llamamiento fallido a recaudar entre su público 250.000 euros. Su futuro sigue en el aire.
Pese a todo, hay quien ve el vaso medio lleno. Es el caso del Presidente del Gremi de Llibreters, Antoni Daura, para quien la red de librerías catalanas ha aguantado la crisis «proporcionalmente mucho mejor que otros sectores». En especial, resalta, aquellas que han mantenido la estructura familiar y no han hecho grandes inversiones que supongan una hipoteca.
Para intentar paliar el daño que la caída de ventas supone para el sector se ha diseñado una Setmana obligada -por emplazamiento y fechas- a mejorar los resultados de los últimos años y, eso sí, mucho más participativa. Se ha vuelto a la avenida de la Catedral de Barcelona y se ha hecho coincidir el certamen con la Diada, con lo que de los diez días abierto al público ha habido cinco festivos.
La participación es una de las claves que, según los organizadores, explica el éxito de público de una edición ya de por si especial, ya que se ha celebrado el 30 aniversario del encuentro. Durante los últimos días ha habido más de 200 actividades entre itinerarios literarios, conversaciones con autores, talleres o presentaciones de libros.
Quizás a la Setmana le falte todavía el postín de Sant Jordi a la hora de atraer presentaciones literarias. Es uno de los retos que se marca para futuras ediciones el presidente del certamen, Albert Pèlach: «Lamentablemente, las novedades de otoño se presentan ya entrado el mes de octubre, y hay que conseguir atraerlas a nuestras fechas».
Sin una presentación potente como la del año pasado («Jo confesso», de Jaume Cabré), público y organizadores se han tenido que conformar con el anuncio del cantautor Lluís Llach que está preparando un libro sobre su relación con el poeta Miquel Martí i Pol que saldrá a la venta en un año. Llach ha debutado recientemente en la literatura con «Memòria d'uns ulls pintats».
Ha habido otras novedades, muchas de ellas vinculadas a la efervescencia nacional que vive Catalunya. Destacan «De Felip a Felip i Catalunya fins els Borbons», un ensayo de Isidre Cunill sobre los Borbones a caballo entre la historia y la política; la novela de Santi Baró «Tres en ratlla», una crónica imaginaria de la independencia; o un nuevo estudio sobre la viabilidad del estado catalán escrito por Alfons Durán-Pich y titulado «A la independència per la butxaca».
Y es que el ensayo político es una de las temáticas que salva en los últimos años a las editoriales. La Catalunya de la crisis social -o una parte de ella- todavía se rasca el bolsillo de vez en cuando si es para soñar con la autodeterminación. Eso no pasa con todos los temas, y el resultado final sigue siendo mucho peor que hace apenas cinco años. Cómo de grave será la situación que el conseller de Cultura, Ferran Mascarell, y uno de los diarios de más tirada e influencia editorial del país, «La Vanguardia», han invitado estos días a comprar un libro en catalán para celebrar la Diada.
A pesar de estos llamamientos, y por bien que haya ido la Setmana, el del libro es un sector que necesita adaptarse a las nuevas tecnologías y hacerlo en un contexto crítico. No hay soluciones mágicas, y se es consciente que el chaparrón durará. El presidente de los llibreters, que también regenta una librería en Manresa, opta por «esperar a que la economía remonte y, para entonces, estar preparados para los cambios», entre ellos el libro electrónico. En este sentido, el gremio que preside Daura prepara una página web que ha de funcionar como plataforma conjunta donde las librerías podrán vender este producto.
Si eso será suficiente es una incógnita que de momento nadie parece capaz de responder.
Otro de los actos celebrados en el marco de la Setmana del Llibre en Català fue la presentación de la campaña de micromecenazgo que tiene por objetivo traducir al catalán el ensayo «Moroak gara behelaino artean?», del escritor Joseba Sarrionandia. En cuatro días se han recaudado 400 euros de los 2.000 necesarios a través de la plataforma Verkami. Las editoriales Pol len y Pamiela son las encargadas de preparar la edición en catalán.
Al acto, que coincidió con la festividad de la Diada, se celebró apenas horas antes de la gran manifestación independentista que recorrió las calles de Barcelona, y al mismo acudieron, entre otros, el periodista Martxelo Otamendi, la escritora amazig Kaissa Ould-Braham y el escritor vasco Jose Angel Irigaray.
En palabras de Irigaray, Sarrionandia propone las claves «de un nuevo mundo más justo, libre y solidario» a través de la experiencia «de un pueblo dominado» como el vasco. Ould-Braham añadió que la obra supone un intento de «romper tabús», ya que «todos nos podemos identificar con el oprimido» para que «nadie pueda dominar a nadie en pleno siglo XXI».
La obra, que ya fue Premio Euskadi de Literatura en 2011, intenta reconstruir la vida del religioso vasco Pedro Hilario Sarrionandia, posiblemente pariente de Joseba y autor de la primera gramática del idioma amazig. A través de aquel franciscano, Sarrionandia recorre la historia del imperialismo y lo liga con la aparición de diferentes personalidades originarias de Euskal Herria.
El certamen literario catalán también ha servido para la presentación de una segunda obra muy vinculada a Euskal Herria. Se trata de «Orhipean. El país de la llengua basca», de Xamar. Ha sido prologado por el artista y activista Quimi Portet y traducido por Ainara Munt. La obra ya había sido traducida al castellano, inglés y francés. X.P.