El Sanse sufrió para ganar un partido que se le puso de cara en el inicio del segundo tiempo al adelantarse con un penalti que dejó al Tudelano con diez por la expulsión de La Laguna y por el tanto de Iker Hernández que parecía dictar sentencia tras desperdiciar Esparza una clara opción para lograr el empate.

Pero el Tudelano jugó mejor, con diez y con once, y recortó distancias a siete minutos del final y tuvo una opción para empatar en el tiempo añadido.

El oficio y la buena colocación del Tudelano se impuso en el primer tiempo, en el que el Sanse solo tuvo una oportunidad de Iker Hernández, que buscó la vaselina cuando debía haber elegido un disparo raso para marcar en una clara situación. Fue la única ocasión de unos primeros 45 minutos insulsos porque al Sanse le faltaba claridad para romper el orden defensivo navarro y al Tudelano calidad para resolver dos contraataques en situaciones de superioridad.

Parecía que el penalti y la expulsión ponían todo a favor para el Sanse, pero el Tudelano jugó muy bien en inferioridad. Aunque Castro y Oiartzun enviaron dos balones a los palos, los entrenados por el exrealista Txema Lumbreras no se entregaron, combinaron bien y llegaron con peligro a la meta de un Royo que no tuvo una buena tarde. No estuvo acertado en el disparo de Delgado y, a partir de ahí, llegaron los nervios a un filial en el que destacaron Ozkoidi, la calidad del toque de Iker Hernández en el segundo gol y detalles de calidad de Oiartzun en su primer partido con el segundo equipo blanquiazul.