El Porriño fue demasiado rival para Kukullaga, que logró mantener el equilibrio del marcador el primer cuarto de hora, pero después se vio superado por un rival que dejó buena impresión y se postula para formar parte de ese grupo de aspirantes a las primeras posiciones de la tabla, apoyado en la base de un equipo joven, prácticamente el mismo de la pasada temporada, con un par de incorporaciones que le permiten disponer de alternativas en el banquillo para mantener un alto ritmo de juego.

Es cierto que la defensa y la portería de Kukullaga no rindieron al mismo nivel que en Castro, y por ahí empezó a perderse el partido. El Porriño maniobraba bien en su juego de ataque, conectando con su pivote y aprovechando las pérdidas locales para salir al contraataque (además de su eficacia en los penaltis, ocho de ocho), hasta hacerse con una diferencia que le permitió gestionar con comodidad el partido. Kukullaga peleó tras el descanso para acercarse, pero en ningún momento pudo optar a dar la vuelta al partido.

En la parte positiva, la ucraniana Olga Kuprichenkova jugó unos minutos, lejos de su mejor forma pero en apariencia recuperada de su lesión en el tendón de Aquiles que le hizo perderse casi toda la pasada temporada.