Aralar criticó ayer la última reforma penal, anunciada recientemente por el ministro Ruiz Gallardón, al considerar que se trata de una reforma «injusta y contraria a los tiempos actuales y al proceso de paz y normalización», así como a «los principios de derechos humanos aplicables a la política penitenciaria moderna y democrática». Patxi Zabaleta, Dani Maeztu y Rebeka Ubera consideraron que esta reforma se trata de «una cesión ante los grupos cavernícolas y de extrema derecha, de los que el Gobierno actúa como rehén». Por ello rechazaron la nueva norma, añadiendo que contiene «un mensaje de venganza y castigo».