Hacia las elecciones del 21-O
Iñigo Urkullu aparca la independencia en las ponencias del PNV
El candidato jeltzale afirma que el partido «nunca ha renunciado a sus principios», pero «otra cosa distinta es que seamos conscientes en cada momento de cuál es la realidad con la que trabajamos. Pisamos suelo»
Iñaki IRIONDO | GASTEIZ
La cuestión de la independencia persigue al presidente del EBB y candidato a lehendakari del PNV, Iñigo Urkullu. Ayer tuvo que abordarla en el desayuno de trabajo organizado por el Forum Europa. En el discurso que llevaba escrito no tocaba ni la independencia ni la autodeterminación, tan solo una mención a la necesidad de «alcanzar un gran acuerdo político para un nuevo tiempo que nos lleve a un nuevo estatus», así como la explicación de que el nuevo Parlamento de la CAV -que por fin será «la expresión democrática y fiel de la sociedad vasca»- es el lugar adecuado para «debatir y acordar un marco de entendimiento entre vascos y un marco político para Euskadi».
Pero para cuando Urkullu llegó al hotel en el que tenía lugar la conferencia-coloquio, en los kioscos estaba ya una entrevista en la que afirmaba que «nosotros somos un partido que aspira a la independencia de Euskadi», pero «hay que saber en qué mundo vivimos». «La secesión es una palabra demasiado grande», recogía «El Mundo».
A esa dicotomía entre la teoría y la práctica recurrió después cuando el tema salió en el coloquio del Forum Europa. Urkullu recordó que el PNV «nunca ha renunciado a sus principios» que están «escritos en todas» sus ponencias políticas. «Otra cosa bien distinta es que seamos conscientes en cada momento de cuál es la realidad con la que trabajamos. Pisamos suelo», afirmó.
La prioridad y la urgencia del PNV en estos momentos es la economía, aunque también trabajará para «un estatus de autogobierno, para un estatus político y quizá jurídico, que dote de mayor bienestar a los vascos».
Acuerdo de nuevo estatus
La propuesta del PNV en materia de autogobierno es tratar de acordar con el resto de partidos un acuerdo sobre un nuevo estatus y convertirlo después en una iniciativa institucional. Es decir, acometer nuevamente la vía de la reforma estatutaria que ya chocó en 2005 contra el muro del Congreso de los Diputados.
Urkullu apuntó que aspira a la adecuación del estatus de autogobierno de la CAV. «Sin cerrar las puertas a nada, retomaré cuestiones que están contempladas en esa reforma del Estatuto de Autonomía aprobada por mayoría absoluta (Plan Ibarretxe), y retomaré también las ideas que están recogidas en el Plan Ardanza en el año 98». Se trata de un documento que establecía bases de la Mesa de Ajuria Enea para afrontar la normalización del escenario político vasco, incluyendo la necesidad de que lo que aprueben sus instituciones fuera aceptado por Madrid.
Reforma del Concierto
La base del nuevo intento de reforma estatuaria sería fijar la bilateralidad con el Estado, llevando al terreno político los principios del Concierto Económico. Este «Concierto Político» fue teorizado inicialmente por el filósofo bilbaino Daniel Inneraty en 2006, y Josu Jon Imaz, entonces presidente del EBB, le dio categoría de propuesta del PNV el 2 de febrero de 2007, precisamente en el mismo Forum Europa en el que ayer habló Iñigo Urkullu, que en 2008 retomó la idea en el marco del «Think Gaur Euskadi, 2020».
Lo que ayer propuso Urkullu fue reformar también el Concierto Económico. En medio del debate sobre fiscalidad, y tras tachar de ocurrencias las últimas propuesta de Patxi López, el candidato del PNV destacó la necesidad de ampliar las competencias de los Territorios Históricos, para que puedan regular también los impuestos indirectos como el IVA.
El candidato del PP, Antonio Basagoiti, negó ayer que su partido esté pensando en alcanzar un acuerdo de gobierno con el PNV, pero se mostró dispuesto a votar en la investidura a Iñigo Urkullu con el fin de cerrar el paso a EH Bildu o evitar algún tipo de acuerdo que dé capacidad política al independentismo.
En Abc Punto Radio, el entrevistador le planteó al candidato del PP que «hay gente que me garantiza que Rajoy lo que desea es un pacto de usted con el PNV». «De eso nada», cortó tajante Antonio Basagoiti. «No estoy en el pacto». Pero de inmediato matizó: «Ahora bien, si mis votos hacen falta el día de la investidura, y espero que lo hagan, para que Bildu no pinte nada, los usaré».
Rechazó Basagoiti «un acuerdo estable o de fondo» con un PNV que, según dice, «está en la independencia» a través de una fórmula de nuevo estatus político o «Plan Ibarretxe II». Denunció el candidato del PP que Iñigo Urkullu se ha «puesto la careta de hombre tranquilo, hombre de Estado y hombre moderado», pero que su objetivo es otro.
Sin embargo, para Antonio Basagoiti lo fundamental es «que todos los votos del PP van a ser dedicados a que Batasuna no llegue a ningún tipo de poder y la política vasca no derive hacia el independentismo catalán».
Llama la atención que el PP haya dado por perdida incluso la esperanza de ser la tercera fuerza en las próximas elecciones y superar en votos al PSE. La fórmula de gobierno que le gustaría para la próxima legislatura es la reedición del pacto PSE-PP, porque a pesar de que Patxi López «tiene muchos defectos», es «mucho mejor» que lo que ofrece el nacionalismo vasco y «mucho mejor» aún si lo que se plantea es que «Batasuna pueda llegar a acuerdos con el PNV».
En una entrevista posterior en Onda Cero, Antonio Basagoiti calificó de «irresponsable» la propuesta de Iñigo Urkullu de reformar el Concierto Económico, asegurando que «abrir ese melón» provocará «un gran pulso contra nuestro Concierto y lo pondremos en riesgo». A su entender, lo mejor es que el Concierto «pase desapercibido, que se aplique, que se cumpla, que se ejecute». GARA
El lehendakari y candidato Patxi López volvió a pronunciarse ayer contra la independencia porque «la salida de España es un paso atrás» y no constituye la «solución a la crisis», de la que no se puede salir «cada uno por nuestro lado».
Una encuesta hecha por la Cadena Ser muestra que la opinión pública del Estado español se ha instalado un afán recentralizador. El 24,8% de los encuestados desean un estado centralizado sin autonomías, y un 23,9% recortes de competencias. En total suman el 48,7% de los encuestados. Por contra, un 15,2% propone que las comunidades puedan optar a la independencia. El 22,2% quiere seguir como ahora o con más competencias.
El líder de IU pidió que el eje del debate no sea la independencia porque es precisa la «fraternidad plena» de todos los trabajadores para «contrarrestar el inmenso poder del capital», en una lucha de clases que «los ricos aplican cada día».
El secretario general de EA y número 2 de la candidatura de EH Bildu de Gipuzkoa, Pello Urizar, planteó la independencia como una herramienta para contar también con la soberanía económica que permita tomar decisiones propias para salir de la crisis.
En una entrevista en Radio Popular, Urizar señaló que su formación aboga por la independencia de Euskal Herria «no porque creemos que sea el estado ideal ni el objetivo final», sino porque es «una herramienta que nos va a traer la posibilidad de tener soberanía política y económica».
Explicó que en la actualidad hay estados como Grecia, Irlanda y España que aun teniendo «soberanía política» están perdiendo su «soberanía económica». Pero Euskal Herria «tiene un lastre porque no podemos usar todas las herramientas que la democracia permite para poder plantear soluciones y salir con un modelo económico diferente», lamentó Urizar.
Denunció que «cada vez que Rajoy con sus recortes plantea recortes en base a una realidad e intereses que no son los nuestros» a los vascos «se nos está echando a la espalda una carga que no es nuestra».
Pello Urizar criticó que el PNV piense que «no es tiempo para apuestas secesionistas» y plantee un nuevo estatus y la reforma del Concierto. «Eso está muy bien -precisó el dirigente de EA y candidato de EH Bildu-, pero pensaba que el PNV había superado esa época hace más de una década cuando decía que el Estatuto de Gernika estaba superado. El PNV va a un modelo de gestión que no creemos es el adecuado y no nos va evitar estar al albur de la decisiones que se tomen en Madrid». GARA