Más críticas contra una reforma que refuerza «la educación nacional»
La coalición EH Bildu y el sindicato ELA se sumaron ayer a la oleada de críticas contra la reforma educativa impuesta por el Gobierno de Madrid. El ministro José Ignacio Wert estuvo ayer en Donostia, donde sostuvo que un mayor porcentaje de conocimientos comunes permitirá a los jóvenes del Estado español competir mejor en un mercado global. «Está muy bien que haya un mayor peso de la educación nacional en Euskadi», subrayó Antonio Basagoiti.
Imanol INTZIARTE | DONOSTIA
Por mucho que el ministro José Ignacio Wert se esfuerce en negar el afán centralizador de su reforma educativa -que elevará del 55% al 65% el contenido del currículo fijado desde Madrid-, su compañero de partido Antonio Basagoiti insiste en dejarle en evidencia. El líder del PP en la CAV y candidato en las próximas elecciones consideró que «está muy bien que haya un mayor peso de la educación nacional en Euskadi». La semana pasada ya confesó que esta reforma pretendía acabar con la «fábrica de independentistas».
Ambos compartieron un breve acto político ayer en el clausurado Chillida Leku (Hernani), aprovechando la visita del titular de Cultura a Zinemaldia. Wert, que por su gesto de sorpresa dio la sensación de que no sabía que tendría que hacer declaraciones, aseguró que su objetivo es que los jóvenes del Estado español tengan «unos cimientos comunes» porque «no van a competir con el de la aldea de al lado, ni con el de la región de al lado, van a competir en un mercado global».
Basagoiti, por su parte, rechazó las críticas del Ejecutivo de Lakua y definió a los dirigentes del PSE -a los que él situó al frente de Lehendakaritza- como «los listos útiles del nacionalismo», ya que «plantean cosas que gustan al radicalismo».
Isabel Celaá insiste
La consejera de Educación del Gobierno autonómico, Isabel Celaá, aseguró que su petición para que el ministro dimita no es «por retórica», sino porque estima «que en el PP hay personas competentes en materia de Educación, seguramente, que son capaces de vislumbrar que la educación, si algo requiere, son acuerdos, y no problemas añadidos». En opinión de Celaá, la nueva Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) «destila pura ideología conservadora y recentralizadora, y supone un atentado contra el autogobierno llevado a cabo por la puerta de atrás y sin ningún ánimo de consenso».
A juicio de la coalición EH Bildu, sin embargo, las solución no pasa por el planteamiento de Isabel Celáa, ya que «el problema es la soberanía. La ciudadanía vasca desea decidir y desarrollar nuestro sistema, y mientras no contemos con ese derecho, la decisión seguirá en manos de Madrid o París».
La coalición considera que es necesario «construir un Sistema Nacional de Educación» para Euskal Herria, frente a una reforma con la que «pretenden prohibir el reconocimiento de la realidad de Euskal Herria».
Desde el ámbito sindical, ELA también pidió la dimisión de José Ignacio Wert. La central que lidera Adolfo Muñoz reclamó a los gobiernos de Gasteiz e Iruñea que hagan frente a esta reforma, que califica como «una intromisión en las competencias de las instituciones de Euskal Herria que no responde a las necesidades del sistema educativo y que se hace al servicio de intereses económicos e ideológicos».
EH Bildu estima que la reforma defiende «un sistema pedagógico retrógrado; centraliza el sistema de exámenes, multiplicando los inconvenientes que plantea la selectividad y homogeneizando los contenidos. Si eso fuera poco, abre el camino a una segregación por sexos pagada con dinero público».
Ikastolen Elkartea estrenó ayer el curso con un acto en Andoain en el que también se mostraron críticos con la reforma impuesta desde Madrid. El presidente de este organismo, Koldo Tellitu, añadió que el actual sistema educativo está agotado y que es necesaria una profunda reflexión, que llegará en unas jornadas que se celebrarán en noviembre.
Durante el acto se homenajeó a ocho de los promotores de la Caja de Solidaridad, una iniciativa puesta en marcha hace veinte años para ayudar a las ikastolas con problemas económicos. GARA