«Bestias del sur salvaje» quita la respiración
La ópera prima del neoyorquino Ben Zeitling, «Bestias del sur salvaje», dejó sin respiración a los espectadores de la sección de Perlas de Zabaltegi, una selección de las películas más destacadas del año, ya proyectadas en otros festivales. La cinta, ambientada en una olvidada comunidad que vive en una zona pantanosa del Mississipi, separada del mundo por un dique, tiene como protagonista absoluta a una niña de seis años, Hushpuppy, que vive en perfecta simbiosis con la naturaleza que le rodea sin saber que está a punto de quedarse huérfana. En una entrevista con varios medios, entre ellos Efe, Zeitling no se inmuta al explicar que dejó su ópera prima en manos de una actriz no profesional, Quvenzhané Wallis, que entonces tenía 5 años: «A esa edad, los niños no tienen orgullo, no se preocupan por el qué dirán si hago una cosa u otra, y esa es una cualidad perfecta para un actor, también adulto. Por eso esta niña era ideal, además es extremadamente inteligente, con la pureza de una niña de seis años y la elocuencia de un adulto», señala.
La cinta, que ganó la Cámara de Oro del Festival de Cannes, habla del miedo, del desconcierto, de no saber a dónde vas ni cómo y descubrir que es una despedida para empezar de nuevo, explica Zeitlin, que también firma la música. Entre el apocalipsis que se cierne sobre los habitantes de esta marisma, a punto de desaparecer «está Hushpuppy». «El hecho de que ese pedazo de tierra se diluya, desaparezca, está en la génesis de la película, pero sucede que esto, además de ser un hecho físico, lo es también emocional para la gente de Luisiana», apunta Zeitling, quien añade: «Y todo lo que ocurre es culpa de la mano del hombre».