Narcocorrido Made In Usa

«Savages»

Koldo LANDALUZE

Hace tiempo que Oliver Stone no da con un proyecto que estimule dentro de los territorios de la ficción. La cosa varía un tanto cuando el cineasta de “Platoon” se acerca al género documental  con propuestas que, al menos desde la base misma de su planteamiento, gozan de un gran atractivo. Cuando un buen día cayó entre sus manos un guión firmado por Quentin Tarantino  y lo transformó en un enloquecido centrifugado de imágenes titulado “Asesinos natos”, Stone pareció haber tomado una dirección en su estilo formal tan alucinógena como las vividas por Sean Penn en su errática “U-Turn”.
Desde entonces y película a película, parece decidido a perseverar en su empeño por legar su sello particular en cada uno de sus proyectos lo cual se traduce en una serie de excesos visuales y sonoros que, por supuesto, también tienen cabida en “Savages”.
Lejos de conformarse con rodar un thriller al uso, el cineasta vuelve a mostrarse obsesionado con dar rienda suelta a su «sello» y, si bien no son muchos los excesos, los que aparecen terminan por prevalecer dentro del conjunto tal y como lo certifica la tramposa escena «a la carta» que pone punto y final a esta adaptación de la novela de Don Winslow. “Savages” no es más que un thriller al uso, envuelto en celofán caústico y en el que seguimos de cerca las peripecias de un trío de jóvenes yanquis engullidos por el narcotráfico mexicano y obligados a no desentonar en la espiral de violencia que aporta algo de brío a este filme en el que destaca la siempre poderosa presencia de un Benicio del Toro ejerciendo funciones  de sicario temible.