Unas 5.000 personas, según la Policía, se manifestaron ayer en Edimburgo para reclamar la independencia de Escocia. Los participantes fueron emplazados a convencer al menos a otro escocés en los próximos dos años, antes de la celebración del referendo sobre la independencia previsto para 2014.

La marcha estuvo plagada de banderas escocesas, azules y blancas con la cruz de San Andrés (saltire), y otras muchas del león rampante, otro emblema de esta nación, y contó con la participación de políticos, artistas y grupos de acción favorables a la independencia.

El de ayer fue el primero de una serie de actos programados en el período previo a la consulta independentista con el objetivo de sensibilizar a la población a favor de esta opción. El evento se repetirá el 23 de setiembre de 2013 y el 20 de setiembre de 2014.

Durante su intervención en el acto final celebrado en los jardines de Princess Street, el ministro principal de Escocia y líder del SNP, Alex Salmond, que prepara un referendo sobre la independencia escocesa para el otoño de 2014, señaló que «así como el cielo de Escocia fue iluminado anoche por las estrellas, esta campaña iluminará Escocia durante los próximos dos años». Salmond enfatizó que los escoceses tienen el derecho de escoger un servicio nacional de salud, la gratuidad de las matrículas y el precio mínimo del alcohol.

«Si un tercio de los escoceses creemos y queremos la independencia ahora, cada uno de nosotros tenemos dos años para convencer a otro escocés», señaló Margo MacDonald, diputada del SNP en el Parlamento de Edimburgo. «No es descabellado, es solo práctico», agregó.