Anaitasuna da buenas sensaciones
ATLÉTICO DE MADRID 36
ANAITASUNA 31
Juan Carlos ELORZA
A falta de puntos, Anaitasuna sigue proporcionando muy buenas sensaciones en su juego, y solo falta que consiga materializarlas en resultados a partir del próximo sábado, puesto que lo visto hasta ahora debería permitirle mirar de tú a tú a todos sus rivales, si ha conseguido plantar cara a los tres primeros de la pasada temporada.
La primera parte de ayer proporcionó un cuarto de hora (del minuto 15 al descanso) impresionante. Antes, los titulares del Atlético aprovecharon los numerosos errores navarros, sobre todo en pérdidas de balón, para machacarle al contraataque y abrir una ventaja de 4 goles.
Aitor Etxaburu trató de tranquilizar a los suyos con un tiempo muerto a los 7 minutos, y en cuanto Duishebaev empezó a hacer cambios Anaitasuna entró en ebullición. Schulz pilló una buena racha en la portería y el ataque de los verdes empezó a funcionar muy bien, hasta el punto de endosar un parcial de 0-6 en ocho minutos impresionantes (marcados además por seis jugadores diferentes: Novelle, Reig, Chocarro, Marcelo, Martínez y Latorre) que llevó el marcador del 11-7 al 11-13.
Anaitasuna estiró su momento de inspiración hasta el descanso, al que llegó por delante en el marcador (15-16), y el paréntesis permitía repasar que el equipo había exhibido buenos y variados recursos en su primera línea ofensiva (y eso que no jugaron ni Borragán ni Bernatonis), una correosa defensa 6:0, y las habituales rachas de Schulz.
Sin embargo, el inicio de la segunda mitad se pareció al del partido. Otra vez aparecieron las pérdidas de balón y las malas elecciones de lanzamiento, y tras hacer el 15-17 (Reig) Anaitasuna estuvo 9 minutos sin marcar, con dos pérdidas, dos remates parados, otros tres fuera, un blocaje de la defensa atlética... El parcial del primer cuarto de hora fue de 12-5 en esta ocasión.
Parecía otro equipo, y el Atlético, sin dar ninguna sensación de ser temible, en lo que sí acertaba era en castigar cada error con salidas rápidas para acabar con contragolpes directos o en acciones de segunda oleada, que hacían mucho daño a la defensa navarra antes de poder introducir sus cambios ataque-defensa.
Esta vez la inspiración no fue tan productiva. Anaitasuna seguía metido en el partido, pero había perdido su ocasión de sorprender, aunque los minutos de Meoki en pista permitieron observar a otro buen jugador para la primera línea, con capacidad para decidir en acciones individuales, que le permitieron marcar seis goles en este período.