El fiscal jefe del País Vasco, Juan Calparsoro, explicó ayer que las investigaciones sobre los casos de bebés desaparecidos, supuestamente sustraídos, no están obteniendo pruebas suficientes como para formalizar acusaciones por este motivo y, por lo tanto, se están archivando muchas de las más de 200 denuncias presentadas.

En una entrevista concedida a Radio Euskadi, Calparoso explicó que las indagaciones realizadas para tratar de esclarecer la desaparición de niños recién nacidos en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, han revelado «numerosas irregularidades». Sin embargo, añadió que los investigadores no están encontrando pruebas que se puedan considerar determinantes para formalizar acusaciones y por tanto, «un gran número de denuncias de sustracción de bebés» se están archivando.

Otros delitos

Calparsoro señaló al respecto que sí habría evidencias para posibles acusaciones de delito por falsedad de documento y de «procesos de adopción irregulares», pero nada que pueda justificar una acusación por «sustracción de un bebe mediante engaño a una madre».

Asimismo, destacó la dificultad de encontrar pruebas sobre hechos ocurridos hace más de cuarenta años, en algunos casos, ya que además algunas de las personas que pudieran haber cometido esos delito o haberlos presenciado como testigos, han fallecido. En cualquier caso, el fiscal jefe aseguró que «investigar, se ha investigado y se va a seguir investigando a fondo».

En los últimos años se han multiplicado las denuncias de familias que creen que sus bebés les fueron arrebatados al poco de nacer.