Un personaje secundario habla de lo complicado que es el cruce de razas caninas, con el consiguiente sacrificio de los perros que no dan el perfil deseado. Con los experimentos f�lmicos pasa un poco otro tanto, pues la cont�nua locuci�n a la que nos referimos explica lo que el espectador ya est� viendo, y, para m�s incordio, le adelanta asimismo lo que va a ver en un insufrible next coming. Aparte de molestar, no modifica en nada el viaje terminal a ninguna parte a cargo de un Jos� Sacrist�n que repite el patetismo encarnado para David Trueba en �Madrid, 1987�.