ENTREVISTA | Migueltxo Molina y Pablo Iraburu, directores de cine
«Queremos que la gente tenga la oportunidad de sentir esas ganas de vivir»
En su último trabajo, «Pura vida», se han lanzado a contar el rescate fallido del experimentado montañero navarro Iñaki Otxoa de Olza con el objetivo de transmitir el sentimiento y la pasión que él tuvo hasta el momento de morir, y que aún hoy se sigue manteniendo. Su película se proyectó ayer por primera vez en Donostia y se podrá ver hoy y mañana dentro de la sección Zinemira.
Nagore BELASTEGI | DONOSTIA
«Pura vida» era la expresión que Iñaki Otxoa de Olza utilizaba al finalizar una ascensión y se sentía más vivo que nunca. Intentando rozar esa «pura vida» una vez más, el navarro sucumbió al Annapurna tras permanecer cinco noches a 7.800 metros. El documental cuenta cómo 14 personas de todo el mundo pusieron su vida en riesgo para intentar salvar a su amigo. «Pura vida» es una oda al vivir intensamente.
Si han hecho esta película, ¿significa que tienen alguna relación con el monte?
Migueltxo Molina. A los dos nos gusta el monte, pero sobre todo los dos hemos tenido contacto con diferentes familiares de Iñaki Otxoa.
Pablo Iraburu. Mi hermano iba al monte de pequeño con él.
M.M. Y yo fui a clase con su hermano Daniel. Hemos hecho esta película por esa unión, y porque seguimos mucho el rescate. Era impresionante que catorce personas de diferentes lugares se involucrasen en algo tan difícil. Era algo que no tenía precedentes en el mundo del himalayismo. Nos llamó mucho la atención y nos pareció una historia que merecía la pena ser contada, ya no solo por el montañismo sino por todo lo que tiene que ver con la pasión, las ganas y esa forma de hacer las cosas.
¿Por qué eligieron a Otxoa de Olza?
P.I. Nosotros estamos haciendo un documental y tenemos el compromiso de contar lo que sucedió de verdad, no es una ficción ni una historia basada en hechos reales. Lo primero que tuvimos que hacer fue averiguar que todo lo que le rodeaba era positivo. No es que nosotros eligiéramos la historia, es que era así y nos ponía a tiro hablar de una serie de cosas que nos interesaban.
Lanzan un mensaje muy positivo a partir de una historia triste...
M.M. Él decía «pura vida» cuando subía y se sentía pleno. Cuanto más vivo se sentía era ahí arriba, cualquiera de nosotros estaría más muerto, por falta de oxígeno, por frío... y él siempre criticaba mucho lo de aquí abajo, la conformidad y el aletargamiento que tenemos todos. Toda esta gente que se lanza a por él respira en esa misma onda.
P.I.Sí que queríamos que fuera una película positiva, que te anime. No queríamos hacer nada lacrimoso ni que la gente saliera del cine desanimada. Tiene que salir con ganas de vivir. No sé si lo conseguiremos, pero ese ha sido el objetivo.
Los protagonistas lanzan sonrisas y no lágrimas.
M.M. Había gente muy cercana, y otros no tanto. Por un lado, están los alpinistas que son la elite mundial y conocían a Iñaki pero no habían tenido un trato muy cercano, y por otro lado estaban gente como Nancy Morin [entonces su pareja], Horia Colibasanu o Denis Urubko, que eran muy cercanos. Sí que había algunos momentos en los que se les quebraba la voz, pero no queríamos abusar de eso. Queríamos que el mensaje fuera positivo, en la línea del propio Iñaki.
P.I. Además, ellos están tan acostumbrados a convivir con la muerte que lo llevan con una naturalidad que en nuestra sociedad falta.
¿Quieren diluir la etiqueta de «locos» que tienen los alpinistas que se juegan la vida?
P.I. Lo que queremos transmitir es que todos deberíamos sentirnos vivos en lo que sea. Si te gusta el monte, haz monte, si te gusta escribir, escribe. Siéntete vivo.
M.M. Del mismo modo te puedes preguntar por qué no estás loco al meterte todos los días en la misma oficina con las mismas cosas, ¿eso no es una locura de vida? Creo que Iñaki quería transmitir esa idea. Igual hay que pararse a pensar y decir «el loco soy yo, que no estoy viviendo las cosas de verdad».
¿Para quién han hecho la película?
P.I. Para el público en general. No está hecha pensando en su familia, ni en los que participaron en el rescate ni en nosotros mismos. Está hecha para quien no sabe nada del tema ni del monte. Pensamos que se necesita ese espíritu, a ver si la gente se anima.
M.M. Lo hemos hecho para los de aquí, pero también para los de fuera, para que tengan la oportunidad de sentir esas ganas de vivir.
P.I. Está hecha en inglés pensando en la difusión internacional, porque se entiende mejor la película si no sabes nada de la historia. Juegas con la trama del suspense, aquí se pierde porque la gente ya sabe que pasó.
¿Qué creen que sentirá la gente al ver la película?
M.M. Depende de por donde te entre, pero sí que deberían tener más ganas de vivir.
P.I. Lo gracioso de la película es que no sabes lo que la gente piensa. Por ejemplo, cuando va la gente a ver una película de artes marciales los niños salen dando patadas. A mí eso me parece fabuloso, que la gente sale queriendo hacer eso que ha visto. Eso es lo que queremos, no que la gente salga queriendo ir al monte, sino queriendo actuar como los personajes.
La película muestra una foto en la que, después de perder a Otxoa de Olza, están contentos. ¿Por qué?
P.I. Por estar vivos y por salvar a Horia.
M.M. Se jugaron el tipo. Hicieron todo lo que pudieron y no murieron. Tienen que estar contentos porque volvieron para contarlo. Catorce personas se jugaron la vida por él. Están contentos porque están vivos y por haber hecho lo que tenían que hacer.
P.I. Yo creo que para ellos fue una experiencia preciosa.
M.M. El estar satisfecho de lo que has hecho es una sensación muy agradable.
El éxito no es el objetivo del alpinista...
P.I. Si que es verdad que ahora hay mucho turista y mucho montañero que escala a base de dinero, en la empresa, en la vida...
M.M. Nosotros no hemos hecho esa película para ganar dinero y, sin embargo, hay cine que si se hace para ganar dinero. Son diferentes formas de abordar el cine y de abordar la montaña, y la vida.
¿Ha sido difícil dirigir la película y conseguir los contactos?
M.M.Eso ha sido una gran labor de producción. Un trabajo muy laborioso contactar con esta gente porque están dispersos en sus montes y en sus cosas. Ha sido difícil programar un rodaje por catorce países.
P.I. Nosotros no tenemos el mérito de todo eso. Hemos hecho la parte más bonita y divertida, que es contar tu historia, pero para que eso sea posible detrás tenemos un equipo de producción que no sale en la foto.
¿Dónde veremos la película?
M.M. Estos días en Donostia, y
a partir del 27 de setiembre estaremos en los cines Golem de Iruñea una semana. El calendario completo de las proyecciones puede verse en la web http:// puravidatheridge.com.
P.I. Yo creo que hay más costumbre de cine en inglés en Europa que aquí y por eso es más probable que tengamos éxito fuera.
¿Creen que han alcanzado su cima particular?
P.I. Iñaki Otxoa decía que en la montaña había tres objetivos: el primero, volver; segundo, volver amigos; y tercero, volver amigos y habiendo hecho cima. Yo estaba nervioso por el estreno y mi mujer me dijo: «vosotros habéis terminado la película, tan difícil de producir, y sois aún más amigos que antes y el equipo ha salido fortalecido». Con eso ya hemos alcanzado el éxito. Si encima la película tiene buena acogida ¡ya es la leche!