Arantza Santesteban Historialaria
Preciso una narradora
Seg�n Zaffaroni, los elementos con los que desde diversos �mbitos estamos analizando lo que nos rodea no estar�an, ni de lejos, en clave de comprender de manera global e interconectada aquello que pasaEl papel del narrador en cualquier obra que se preste a contarnos una historia tiene como funci�n principal dar cohesi�n a la secuencia de hechos que se pretenden contar. En estos d�as de prensa y titulares, de tweets y �ltimas horas, de esquizofrenia medi�tica, he de reconocerlo: preciso un narrador.
Una voz que d� coherencia a la secuencia de hechos que est�n desarroll�ndose en los �ltimos d�as. Mejor, preciso de una narradora, a poder ser feminista, as�, cuando relate los acontecimientos que est�n cambiando el mapa pol�tico y social que nos envuelve, podamos asegurar que tambi�n se nos incluye a las que conformamos la mitad de la poblaci�n.
Preciso, pues, una voz, un relato coherente que empiece en Catalunya, que pase por Madrid y que encuentre eco en Euskal Herria. Un hilo conductor que explique en t�rminos globales la conexi�n existente entre los factores y el desarrollo de los hechos concretos. Y es que a la que aqu� escribe le resulta cuando menos sorprendente desayunar con la mayor�a social y pol�tica reclamando un estado propio en Catalunya, tomar el caf� viendo a miles de personas rodear el Congreso de los Diputados en Madrid y retirarse a dormir con el eco de la huelga general en Euskal Herria.
Me reconozco aturdida, un poco mareada y a la vez entretenida en medio de este maremoto pol�tico. Es por ello que me asaltan las palabras de Zaffaroni -ministro de la corte argentina- afirmando que uno de los factores que atraviesan la actual mentalidad es la falta de esquemas mentales para comprender lo que sucede. Seg�n el catedr�tico, la globalizaci�n ha impuesto un nuevo poder planetario, y los elementos con los que desde diversos �mbitos estamos analizando lo que nos rodea no estar�an, ni de lejos, en clave de comprender de manera global e interconectada aquello que pasa.
Cada vez es m�s evidente que estamos en el umbral de las luchas viejas y nuevas. Lo que est� pasando en Catalunya, Madrid y Euskal Herria tiene origen com�n en la crisis estructural que atraviesa el sistema capitalista. Sin embargo, las respuestas son divergentes a la hora de cristalizarse. En Catalunya, el cambio de marco pol�tico se plantea en t�rminos de dar cauce a una reivindicaci�n hist�rica en la que el objetivo es crear un nuevo estado. En Madrid, confluye una multitud heterog�nea, sin centro de mando y que se articula en forma de red para destituir los poderes establecidos y conformar un proceso constituyente. En Euskal Herria, la lucha se materializa en la respuesta de la mayor�a sindical reproduciendo la estructura cl�sica de la lucha de clases.
Es por ello que, en medio de todas estas secuencias, contar con voces narrativas que contextualicen los hechos ser�a de gran ayuda para comprender el presente. Para que este asalto constante de sucesos y noticias no se nos atragante demasiado y poder tener nuevas perspectivas que alumbren el camino sobre el que actuar en la proximidad de los hechos.