Pasodoble español: tras el IVA, sube el IPC
El Gobierno español sacó pecho al anunciar un aumento del 1% de las pensiones, pero la subida del IVA ha desbocado hasta el 3,5% el IPC anual, con lo que la actualización real de las pensiones queda en el aire. Una subida que no entraba en ninguna previsión gubernamental y que se da por hecho que seguirá subiendo. Los precios se encarecen de manera generalizada, los trabajadores y pensionistas pierden su poder adquisitivo, el rescate permanente y sus recortes sin fin se suceden y la recesión se agudiza, ese es el son del pasodoble al que baila hoy la economía española: sube el IVA, se dispara el IPC; recesión rampante tras ajuste aquí y recorte allí. Seguir este compás ha hecho, comprensiblemente, que los tumbos de la economía española no solo generen dudas, sino que den ya miedo y sean motivo de pánico, como recogen prestigiosos diarios de ámbito internacional.
En la presentación de los Presupuestos Generales del Estado, la vicepresidenta del Gobierno, en un ejercicio de cinismo sin igual, afirmó con aplomo que «lo importante de estos presupuestos es el gasto social», obviando deliberadamente que un tercio de los mismos está dedicado al pago de los intereses de deuda. Con esa cantidad dedicada a tal fin, no hay presupuesto viable ni economía que pueda salir de la recesión. Esta mentira, como la de la subida de las pensiones, no se sostiene de ninguna manera.
A la subida de los precios, la bajada del poder adquisitivo, el aumento de la inflación, el encarecimiento de la deuda y a una incesante huida de capitales, se le ha unido una crisis política y territorial de primer orden. Una crisis constitucional que abre las puertas a la independencia según multitud de analistas. El Gobierno de Madrid, con sus recetas, está actuando contra las necesidades de trabajadores y pensionistas, contra las aspiraciones mayoritarias de vascos y catalanes. Pero no debería olvidar que gobernar teniendo la verdad contra uno mismo es la vía más corta hacia el desastre.