El hondarribitarra es un fijo en punta para Mendilibar
Quinta vez que Llorente juega en San Mamés, donde no ha marcado
El ariete considera que los rojillos pueden «hurgar en la herida» rojiblanca, aunque «si pensamos que vamos a ganar por eso, mal vamos». Para él, los partidos son «maratones» para desgastar a los centrales.
Natxo MATXIN
Será la quinta ocasión -tercera con diferente camiseta, antes con la txuri urdin y Villarreal- que Joseba Llorente visite San Mamés, un campo que, como a Osasuna en las últimas temporadas, no se le ha dado demasiado bien. En su haber particular solo cuenta con una victoria cuando formaba parte del submarino amarillo y está el reto de no haber marcado todavía en La Catedral.
El hondarribitarra podría ahora quitarse esa pequeña espinita anotando con la elástica rojilla, aunque para él, una victoria en el feudo rojiblanco tiene tanto valor como la conseguida en cualquier otro estadio. «Es un campo bonito para jugar y espero un derbi un poco caliente porque, aunque le hayamos ganado al Levante, no dejamos de tener cuatro puntos y ellos, cinco. Ambas escuadras llegamos justas a este partido», indica.
El conjunto navarro lleva cuatro temporadas consecutivas sin puntuar en Bilbo, pero en esta ocasión se medirá a un rival inmerso en una marejadilla de incidentes extradeportivos. «En cada partido nos jugamos la vida y, si podemos hurgar en la herida, pues mejor. Además, juegan entre semana -en referencia al encuentro de mañana frente al Sparta de Praga- y nosotros podemos preparar y centrarnos solo en el domingo», señala el delantero guipuzcoano.
«Los dos equipos jugamos a cara descubierta, apretando arriba, no creo que ninguno vayamos a cambiar eso. Va a ser un partido de área a área, quien se ponga por delante tendrá mucho ganado», avanza Llorente, quien considera que todos los acontecimientos ocurridos en torno al vestuario rojiblanco este pasado verano «los están notando, pero haríamos mal en pensar que solo por eso vamos a ganar en San Mamés».
El ariete hondarribitarra confía en que el resultado positivo que se dio contra el Levante este pasado domingo se vea también prolongado en la capital vizcaina, aunque con cautela. «Ni el viernes éramos tan malos ni hoy somos tan buenos, debemos seguir trabajando mucho para continuar con esta dinámica positiva. Sabemos cuál es el camino a seguir y estábamos confiados en lo que entrenábamos, pero no se daban los puntos», explica.
«La verdad es que con la victoria del domingo se nos ha quitado un peso de encima porque los partidos de casa son muy importantes para nosotros. Es cierto que no hicimos una buena primera parte, pero tampoco concedimos ocasiones y mantuvimos la portería a cero. En la segunda mitad nos vinimos arriba, que es el ánimo con el que debemos continuar este próximo domingo», postula.
La justificación para esos primeros malos cuarenta y cinco minutos se basa, a su juicio, en que «no estábamos con confianza, fallábamos pases, no pedíamos tanto el balón y, al mismo tiempo, no podíamos asumir muchos riesgos atrás en nuestra situación, pero eso se subsana con buenos resultados y ascendiendo en la tabla».
«Toca lo que no gusta»
Siguiendo la línea de dejar a un lado las florituras, Joseba Llorente también se puso el buzo de trabajo para correr lo indecible durante los 87 minutos que estuvo sobre el terreno de juego. «Al final, para mí, los partidos son pequeños maratones, en los que intento que los centrales acaben por cansarse de tanto seguirme. En los últimos minutos del encuentro frente al Levante marcamos muchos goles porque ellos ya no podían más. Debemos explotar esa circunstancia porque creo que estamos mejor físicamente que muchos otros contrarios», destaca.
«Hay partidos en los que toca hacer cosas que igual no nos gustan, porque no siempre se puede jugar haciendo paredes, teniendo cinco delanteros y otras tantas ocasiones. Esta vez debíamos jugar más balón en largo, te toca pelear, pero es lo que he hecho siempre, no es algo nuevo para mí», amplía.
Falta, quizás, una mayor integración entre los jugadores. «Es normal porque estamos muchos nuevos. Lo bonito del fútbol es que un compañero te mire a los ojos y sepa el movimien- to que vas a realizar, pero para conocerse de esa manera hace falta unos cuantos partidos y entrenamientos», apunta.
Joseba Llorente admite que la prolongada lesión que padeció en su espalda «ya está totalmente olvidada» y que «me ha venido muy bien poder estar en otro club, con un clima bastante más tranquilo».
El delantero aseguró que cada vez se encuentra mejor sobre el terreno de juego, «a la hora de hacer controles o carreras», después de un periodo «sin jugar y en el que no disponía de una continuidad».
Llorente entiende que gran parte de culpa de la goleada que finalmente se consiguió ante el Levante la tiene la grada de El Sadar. «Nos dio muchísima fuerza que la afición comenzase a animar justo cuando la gente ya se comenzaba a poner nerviosa por lo que veía en el campo. Fue gracias a ellos que en la segunda parte cayeron cuatro goles», responsabiliza.
«Me encuentro muy a gusto por el hecho de poder jugar los partidos de casa, el público aprieta mucho. En la primera parte fallamos muchos pases y en cualquier otro campo eso hubiese supuesto un montón de pitos, pero fue entonces cuando la afición le dio la vuelta, empezaron a animar y conseguimos el 4-0. Eso quiere decir mucho para nosotros», añade.
El ariete rojillo reconoce encontrarse plenamente integrado en el vestuario y la ciudad, recordando que, como dijo en su presentación, «he venido para vaciarme trabajando por Osasuna y no para reivindicar que tengo un sitio en la Real. En todo caso, si disfruto de minutos, lo que quiero es reivindicarme a mí mismo y quedarme a gusto sobre el campo». N.M.