Los inversores han comenzado a dar la bienvenida al rescate del Estado español. La visita a Madrid del vicepresidente económico de la Comisión Europea, Olli Rehn, supone el comienzo efectivo de la cuenta atrás para esa nueva petición de asistencia financiera, después del primer plan dedicado a la banca ya aprobado por Bruselas. Algunas fuentes, como Reuters, adelantan la fecha a finales de esta semana, aunque todo parece estar pendiente de lograr un consenso absoluto en el seno de la Unión Europea. En este contexto, la continua negativa pública de Mariano Rajoy no convence a nadie. Por tanto, la intervención de las autoridades europeas en la dirección de la política económica marcará el futuro del Estado español en los próximos años, tal como advierte una mayoría de analistas. La subida de ayer se interpreta como una aprobación de esa llamada de socorro financiero, a pesar de las duras condiciones que llevará aparejada en materia de pensiones, empleo y derechos sociales. Al cierre, el Ibex ganó un 1,07%, y hoy comenzará con 7.867,10 puntos. En el resto de Europa, la cercanía del rescate no encontró eco positivo. París retrocedió un 0,60%, Fráncfort, un 0,28%, y Londres, un 0,19%. En el Ibex, los mejores fueron IAG, Iberdrola y Dia al sumar más de un 3%. Popular, por su parte, sufrió un descenso adicional del 1% tras el anuncio de la ampliación de capital. El peor fue Sacyr (-3,24%). En París, los bancos lastraron la evolución del CAC. Así, Société Génerale cedió un 1,61%, y BNP Paribas, un 1,53%. Sin embargo, Alstom (-4,69%) y Danone (-2,40%) fueron los más castigados.