Maite SOROA | msoroa@gara.net
Euskara, imposición
Los «demócratas» de la caverna, haciendo gala de la pluralidad cuya falta imputan a otros, se referían ayer a las medidas de la Diputación de Gipuzkoa para reforzar el uso del euskara.
Seguro que aciertan hacia dónde apuntaba la flecha que «Abc» dedicaba a Martin Garitano en su sección Protagonistas. Pues sí. Parece que no les cae muy bien. Y en esta ocasión la razón era doble, porque tampoco el euskara les gusta: «Cada día le cuesta más a Bildu llevar puesta la piel de cordero. A partir de ahora, las ruedas de prensa de la Diputación guipuzcoana se realizarán solo en euskera. Es la imposición como arma política». Esta gente está absolutamente convencida de que lo suyo, sea el idioma o la forma de pensar, es lo «normal» y lo de los demás lo raro, violento, rechazable... El mismo diario nos lo explicaba más adelante bajo el titular «Bildu impone el `pinganillo' y liquida el español en Gipuzkoa». Resultan hasta graciosos. Casi todas las instituciones y sus cargos de Hego Euskal Herria ofrecen sus ruedas de prensa en castellano, y sin traducción simultánea, y a «Abc» no solo no le parece una imposición, sino algo estupendo. Lo normal.
Según explicó la portavoz de la Diputación guipuzcoana, de lo único que se trata con esa medida es cumplir con la legislación vigente, que aun no había sido aplicada, y que incluye que las empresas contratadas por la institución garanticen el uso del euskara con la ciudadanía, lo cual no parece tan descabellado... en Gipuzkoa, ¿no creen? Pues bien, también a «La Razón» le parece una imposición: «Poco a poco caen las caretas. La última que se ha quitado Bildu en la Diputación de Guipúzcoa que gobierna es la lingüística: llega la imposición». En «La Razón» igual careta no, pero morro... Precisamente una de las apuestas de Bildu, que lo ha sido siempre la de sus componentes, es la del euskara. Pero también hay que reconocer que no es sencillo el trabajo de «La Razón», pues tiene que llenar diariamente un montón de líneas.
«El Mundo» dedicaba al asunto un punto editorial en el que aseguraba que «Bildu se sitúa otra vez al margen de la ley española porque la Constitución reconoce el uso indistinto de las lenguas cooficiales, y también de la europea al impedir el libre acceso a los concursos públicos de empresas en la UE». Ya, el castellano como lengua oficial, y mejor si es única, jamás vulnera ni la ley ni los derechos de nadie, ¿verdad?