Mikel INSAUSTI

Aunque Cédric Kahn se haya inspirado en el cine social de Ken Loach o de los hermanos Dardenne para hacer «Una vida mejor», le ha salido una película más parecida a «Los lunes al sol» de Fernando León de Aranoa. Y, como quiera que las crisis mundiales son cíclicas, también hay referencias al clásico mudo de Charles Chaplin «El chico».

A este lado de la muga ya estamos más que avisados del alarmante crecimiento del paro, así como de la situación de precariedad social que obliga a crear bolsas de pobreza. «Une vie meilleure» es un serio aviso para los que viven al otro lado, habida cuenta de que tradicionalmente el Estado francés ha sido un lugar de acogida, y es ahora cuando sus ciudadanos están empezando a emigrar a otros países, principalmente a Canadá, por ser en parte de cultura francófona.

Guillaume Canet, que ganó el Premio al Mejor Actor en el Festival de Roma del pasado año, encarna a uno de los que todavía no han sentido la llamada de alerta y continuan creyendo en la France como tierra de oportunidades. Es más, siendo cocinero en la patria de la haute cuisine no le entra en la cabeza que no vaya a poder abrir su propio restaurante. Lo duro de su caso es que ni siquiera llega a inaugurar el nuevo negocio, debido a que bastante tiene con hacer frente a las deudas de la compra y reforma del local. Se le puede acusar de imprudente, de no calcular los riesgos, de cometer una serie de errores en cadena, de todo eso y mucho más. Aún así, su único pecado es soñar, como bien dice el título, con una vida mejor.

La verdad es que no le da tiempo ni a pensar en el lío económico en el que se metido, porque los acreedores y el banco no le conceden un minuto de respiro. Para cuando se quiere enterar de lo que scuede, ya lo ha perdido todo y se encuentra viviendo entre okupas en Saint-Denis, al cuidado del hijo menor de su pareja, que ha tenido que ir a Montreal en busca de trabajo. El niño y su ocasional padre no tardarán en seguir los pasos de la mujer, huyendo a la carrera de una realidad que se ha vuelto peligrosa.