El disco de Billy Joel «52nd Street» no era un álbum inédito. El compositor, pianista y cantante de rock lanzó «52nd Street» en el año 1978, pero este disco fue reeditado en Japón 4 años después (en 1982) en formato compacto junto con el primer reproductor de CD, un equipo Sony CDP-101.

Aunque el álbum de Joel estrenara el nuevo formato de reproducción de música, el camino hacia el nacimiento del CD empezó años antes. Fue en el año 1974 cuando un proyecto de la industria de audio de Philips en los Países Bajos pretendía desarrollar un disco óptico de audio con calidad de sonido superior a la del formato vinilo. Los primeros CD en llegar al mercado tenían grosor muy superior al actual y podían llegar a superar los 11 centímetros de diámetro. En tan sólo tres años, Philips estableció un laboratorio con la única misión de construir CD y reproductores y optó por el nombre «Compact Disc» al igual que otro de sus productos, el «cassette» compacto. Al mismo tiempo, Sony también había estado trabajando en un CD. Sony y Phillips se asociaron de forma eventual para el lanzamiento comercial del primer CD en 1982.

Al igual que con la mayoría de las innovaciones tecnológicas nuevas, el escepticismo reinaba en torno a este nuevo y revolucionario formato que ayudó a arrastrar la industria de la música hacia la era digital moderna. Desde entonces han pasado muchas cosas que afectan a otros formatos, como las cintas, que han desaparecido, y el MiniDisc de corta duración (MD), que nació como alternativa, pero fracasó.

En pleno periodo de crisis en el que las grandes compañías discográficas anuncian un caos debido al gran número de las llamadas «descargas ilegales», un nuevo panorama se ha abierto en el ámbito del audio musical en el que lo físico -el CD- tiende a desaparecer debido al auge virtual de internet.