La ABAO emprende con «La traviata» una de sus temporadas más italianas
La Asociación de Amigos de la Ópera de Bilbao ofreció el pasado sábado la primera de las 5 representaciones de «La traviata», una de las seis óperas italianas que ha programado en una temporada de recortes y subida del IVA.
Mikel CHAMIZO
El pasado sábado arrancó, con un título tan popular como es «La traviata» de Verdi, la nueva temporada de la Asociación Bilbaína de Amigos de la Ópera, popularmente conocida como ABAO. Será la 61ª temporada de esta Asociación con sede en el Euskalduna, que ha tenido que estrecharse el cinturón con motivo de la crisis pero que no ha necesitado renunciar a ninguna de sus actividades habituales. La temporada 2012/2013 estará fuertemente marcada por la ópera italiana, que copa seis de los siete títulos programados, entre los que se cuentan tres pertenecientes al macro proyecto Tutto Verdi, que tiene como objetivo representar todas las obras del maestro italiano y que viene vertebrando la programación de la ABAO desde hace ya unos años. Sorprende, por otra parte, la ausencia de ningún título de Wagner, cuyo bicentenario en el 2013 será celebrado por casi todos los coliseos del mundo. Según Jon Paul Laka, director artístico de la ABAO, «el año pasado hicimos un `Tristán e Isolda' y en años anteriores `El holandés errante' y un `Ciclo del Anillo' completo. Las programaciones son como un puzle, a veces hay proyectos que no salen y otros que deben ser intercambiados. Esta temporada ha salido muy italiana pero Wagner volverá a estar en el futuro».
Dentro del proyecto Tutto Verdi ha llegado, por fin, el turno de la «La Traviata», uno de los grandes favoritos del repertorio, que se mantendrá en cartel hasta el próximo 8 de octubre. El papel protagonista lo ha debutado en Bilbo la soprano albanesa Ermonela Jaho, que ha recibido excelentes críticas cuando lo ha cantado en teatros tan importantes como el Covent Garden de Londres, Estará acompañada de uno de los tenores más queridos por el público de Bilbo, José Bros. A finales de octubre se estrenará la infrecuente «Un giorno di regno», segundo título verdiano de la temporada, en el que destaca el debut de Irina Lungu y la dirección musical de Alberto Zedda, maestro especialista en rescatar rarezas del cajón de sastre de las óperas italianas.
A finales de noviembre llegará el único título de autor no italiano de la temporada: «Krol Roger», del polaco Karol Szymanowski, título poco frecuente. Defiende Laka que «una de nuestras apuestas firmes es la de abrir nuevas puertas al público. Que vengan al teatro sin saber muy bien qué esperar y que salgan encantados con una música y una producción de gran categoría. En la última temporada tuvimos mucho éxito con «Die tote Stadt», de Korngold, y «Krol Roger» es un proyecto largamente acariciado por nosotros, pues lo consideramos uno de los grandes descubrimientos de la ópera del siglo XX». Según Laka, se trata de «una ópera muy poética, casi simbólica. Trata del descubrimiento de la sabiduría de un personaje, un rey. La música tiene una orquestación espectacular y recorre múltiples estilos musicales, desde los cantos ortodoxos hasta Wagner y Strauss, y posee uno de los finales más bellos que se han escrito nunca». El personaje del rey lo abordará en Bilbo el gran referente actual de este rol, Mariusz Kwiecien, con Iano Tamar y José Luis Sola completando el trío de papeles principales.
A mediados de enero de 2013 llegará el cuarto título de la temporada, otro de los grandes favoritos del público: «Tosca» de Giacomo Puccini. Además, subirán al escenario dos nombres muy internacionales: Violeta Urmana y Massimo Giordano, y con la dirección musical del siempre interesante Bertrand de Billy. Un mes más tarde, en febrero, la ABAO se enfrentará a uno de los grandes retos de esta temporada, una producción del original francés de «Las vísperas sicilianas» de Verdi, realmente infrecuente. «Es el primer Verdi en francés que vamos a hacer en Bilbao -explica Laka-, y se trata de una coproducción muy especial con el Teatro Regio de Turín y el Säo Carlos de Lisboa. Es la ópera más puramente política del catálogo verdiano, refleja la lucha contra el invasor, y la producción de Davide Livermore centra la acción política trasladándose a los años ochenta, con un final que tiene lugar en el Parlamento italiano». La producción, que fue estrenada en Turín durante los actos celebrativos de los 150 años de la reunificación italiana, fue prácticamente un acto de Estado. «Pensábamos que era importante ser coproductores de algo tan importante -opina Laka-. En aquella función gran parte del público lloraba de la emoción, y sé que también en Bilbao va a impactar mucho». Aparte de lo infrecuente del título, en su versión original resultará interesante descubrir a la debutante en Bilbo Tamara Wilson, junto a los ya bien conocidos Gregory Kunde y Vladimir Stoyanov.
El penúltimo título de la temporada será una referencia belcantista, la «Maria Stuarda» de Donizetti. Del papel protagonista se hará cargo la famosa soprano Sondra Radvanovsky, junto a los debutantes en ABAO Veronica Simeoni y Francesco Deuro. La temporada se clausurará a finales de mayo con otro éxito de Puccini, «La boheme», que defenderán una soprano venerada en Bilbo, Inva Mula, y el conocido tenor Steffano Secco.
En el foso podremos escuchar a la Orquesta Sinfónica de Bilbao («Traviata» y «Tosca»), la Orquesta Sinfónica de Euskadi («Vísperas» y «Rey Roger»), la Orquesta Sinfónica de Navarra («Un giorno di regno» y «María Stuarda») y la Orquesta del Teatro Régio de Parma («Boheme»), con el Coro de Ópera de Bilbao que dirige Boris Dujin haciéndose cargo de la parte coral de todas las representaciones.
En cuanto a las producciones, además de las ya señaladas de Livermore para las «Visperas sicilianas» y de Bertrand de Billy para «Tosca», Michal Znaniecki firmará la co-producción con el Teatro Wielki Poznan del «Rey Roger». El resto serán producciones propias que se reponen («Tosca» de Espert y «Traviata» de Pizzi) o alquiladas (a la Ópera de Graz la de «Maria Stuarda» -Poda--, Regio de Parma la de «Un giorno» -Pizzi- y a la Fundación Ópera de Oviedo la de «Bohème» -Sagi-).
Además de los siete títulos centrales, la temporada se completa con el habitual concierto extraordinario, que tendrá por protagonistas a Patrizia Ciofi y Celso Albelo en un homenaje al belcanto italiano Rossini, Bellini y Donizetti; y el concierto de Grandes Orquestas donde volverá al Euskalduna Daniele Gatti con la Orquesta Nacional de Francia, con obras de Wagner y Verdi en el programa. También las funciones de Opera Berri, en las se cede el protagonismo a las jóvenes promesas de la lírica, y el programa de ABAO Txiki, óperas y espectáculos que tienen como objetivo el público infantil, y que constará este año de cinco títulos.
A tenor de todo lo anterior, podría pensarse que la crisis no se ha cebado con la ABAO. Y, sin embargo, sí que ha puesto en aprietos algunos pasos que ha querido dar la Asociación. «Los recortes nos han afectado muchísimo -reconoce Laka-. Seguimos intentando mantener un nivel de calidad y de cantidad, y lo sacamos adelante gracias a la profesionalidad y eficiencia de la gestión que se lleva aquí». La ópera es, sin duda, el espectáculo en directo en el que más gente trabaja. «Podemos tener a 200 o 250 personas trabajando durante un mes -prosigue el director de ABAO-. Es un espectáculo caro, pero eso no implica que sea elitista, como están intentando proyectar algunos. Afortunadamente, nuestros socios son muy fieles, pero ahora tenemos que esforzarnos más que nunca en atraer a un nuevo público, a pesar de que la subida del IVA nos lo ha puesto aún más dificil. Pero nuestro mayor esfuerzo se centrará precisamente en eso: atraer al público, engancharles a la ópera y, económicamente, sostener nuestras cuentas sobre una base sólida, por lo que pueda venir en el futuro», concluye Laka.
Cuando se presentó en junio la temporada, hubo numerosos comentarios sobre lo conservadora que es la programación de este año. ¿Cuál es el punto de vista de la ABAO?
Si por conservadora se entiende que, de siete óperas, no hay siete contemporáneas, entonces sí, es una temporada conservadora. Efectivamente no hay ningún estreno, no hay obras atonales ni operas de Philip Glass. Desde ese punto de vista sí, es conservadora. Pero también tenemos títulos muy infrecuentes, como «Un giorno di Regno», el «Krol Roger» de Szimanowski o unas «Víspera sicilianas» en francés. En cualquier caso, lo de conservador se puede entender como algo tanto positivo como negativo. ¿Significa, por ejemplo, que el belcanto habría que dejarlo de lado? Y no debes olvidar que lo más importante es el público. Hay un enorme porcentaje del público a nuestro alrededor que jamás han visto una «Traviata» en directo, creo que estará por debajo del 1% de la población los que lo hayan hecho alguna. Por eso «La traviata», o «La Boheme», siguen siguen siendo obras maestras que mucha gente aun tiene el derecho de descubrir. Es nuestra obligación buscar un equilibrio en nuestra programación que satisfaga a todos los perfiles de público que podrían venir a nuestras óperas. .
¿Está afectando al juicio del público operístico la gestión tan arriesgada de teatros como el Real de Madrid?
Lo que está ocurriendo en Madrid no es nada nuevo. Es una opción muy respetable, cada uno da forma al tipo de teatro que quiere. Otra cosa es la sostenibilidad de un proyecto, y ahí cada uno tiene que luchar por lo suyo. Por mi parte, bienvenidas sean las óperas contemporáneas, desde ABAO estamos con la necesidad de presentar cosas nuevas al publico. Pero debo recordar que la nuestra sigue siendo asociación privada pero abierta, es una iniciativa civil. El día que la ABAO tenga algún problema, la asociación se desvanecerá en el aire. El equilibrio es fundamental, no podemos entras en determinados experimentos o aventuras. M.C.